¿Qué plantas tendrás que podar en el mes de octubre?

En el mes de octubre, muchas plantas requieren una poda estratégica para prepararse para el otoño y el invierno. Durante esta temporada, las plantas comienzan a reducir su actividad metabólica, por lo que la poda les ayuda a conservar energía y mantenerse saludables. Además, la poda permite eliminar ramas muertas, enfermas o dañadas, lo que previene la propagación de plagas o enfermedades.

Tipos de poda: formación y mantenimiento

Existen diferentes tipos de poda, y conocer cuál es el adecuado para cada planta es esencial. La poda de formación se realiza principalmente en plantas jóvenes, con el objetivo de darle una estructura fuerte y bien formada. Por otro lado, la poda de mantenimiento se realiza en plantas maduras para eliminar partes viejas, enfermas o que afectan la salud general de la planta.

Para llevar a cabo una poda eficiente, es fundamental contar con herramientas limpias y bien afiladas. Las tijeras de podar deben estar en buen estado para evitar dañar las ramas. Y es importante cortar en ángulo para evitar que el agua se acumule en las heridas y provoque pudrición. También se debe tener en cuenta el tipo de planta y sus necesidades específicas, ya que no todas responden de la misma manera a la poda.

Uno de los errores más comunes al podar es hacerlo en exceso. Aunque es tentador cortar más de lo necesario, es importante recordar que muchas plantas necesitan parte de su follaje para protegerse del frío invernal. Otro error es no respetar los tiempos de poda adecuados para cada especie. No todas las plantas responden bien a una poda otoñal, por lo que debemos de conocer las particularidades de cada una.

Poda recomendadas en octubre

Uno de los trabajos de mantenimiento más comunes en octubre es la poda de rosales. Los rosales necesitan una poda ligera en esta época para eliminar flores marchitas y fomentar el crecimiento de brotes sanos. Se recomienda cortar las ramas muertas o débiles y darle una forma que permita una buena circulación de aire, lo que ayudará a prevenir enfermedades como el mildiu.

Los árboles frutales como el manzano, el peral y el ciruelo también requieren una poda de mantenimiento en octubre. Aunque la poda fuerte se realiza en invierno, en otoño se eliminan ramas rotas o enfermas. También es recomendable aclarar el follaje para evitar la acumulación de humedad que puede favorecer el desarrollo de hongos.

Las plantas trepadoras, como la buganvilia, también necesitan un poco de atención en octubre. La poda de estas plantas se enfoca en controlar su crecimiento y eliminar ramas desordenadas o que estén creciendo en direcciones no deseadas. Además, es el momento perfecto para guiarlas en la estructura de soporte, asegurando un crecimiento ordenado y estético en la primavera.

Los arbustos ornamentales, como las hortensias y lavandas, deben ser podados ligeramente en octubre. En el caso de las hortensias, es importante quitar las flores secas y las ramas más viejas, mientras que la lavanda necesita una poda de formación para que mantenga su forma compacta. Una poda adecuada evitará que estos arbustos se descontrolen y pierdan su forma atractiva con el tiempo.

Octubre tambien resulta ideal para realizar una poda de setos, especialmente aquellos que han crecido de manera descontrolada durante el verano. Al recortarlos, se consigue una forma más definida y compacta. Este tipo de poda mejora la estética del jardín, y ayuda a mantener la salud del seto, ya que promueve el crecimiento de brotes nuevos y saludables.

Finalmente se encuentran las plantas perennes, como los geranios o las margaritas, que también se benefician de una poda ligera en octubre. Al remover las flores marchitas y las hojas secas, se estimula la producción de nuevas flores y se previene la aparición de plagas. La poda en estas plantas les ayuda a entrar en un estado de descanso saludable y prepararse para una floración más vigorosa en primavera.

Una poda bien realizada en octubre tiene un impacto positivo directo en la siguiente primavera. Las plantas que se podan correctamente desarrollan más flores y frutos, presentan un crecimiento más ordenado y son menos propensas a sufrir enfermedades. Además, el jardín o huerto luce mucho más limpio y cuidado durante todo el año, con plantas que muestran todo su potencial.