Proyecto de la OMM busca mejorar las previsiones meteorológicas en el Ártico y la Antártida
Un proyecto recientemente lanzado por la OMM busca mejorar los pronósticos para dos zonas complejas como son el Ártico y la Antártida. Más allá de la importancia de esas regiones al clima global, ahora se busca también aportar información a quienes viven en esas zonas complejas del planeta.
Tanto la Antártida como el Ártico son zonas vitales para el clima del planeta, y donde se observan algunos de los cambios más significativos en el clima. Pero la obtención de información no es para nada simple en esos dos extremos.
Es por ello que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) avanza con un nuevo proyecto que tiene por objeto aumentar y mejorar la información meteorológica, hídrica, climática y de hielo sobre el Ártico y la Antártida.
Según las bases de este proyecto, se apunta a ayudar a desarrollar sistemas de observación y modelos del sistema terrestres con el objetivo final de mejorar de los servicios de predicción. Más allá de la implicancia del clima en las regiones polares con el resto del planeta, también es necesario para mejorar la seguridad de quienes viven y viajan en las regiones polares. El ritmo de aumento de la temperatura en las regiones polares es mayor que en el resto del mundo.
El cambio climático afecta directamente a las poblaciones autóctonas (especialmente en el polo norte), las comunidades locales y quienes trabajan y operan en las regiones polares. Es por ello que el nuevo proyecto se centra tanto en cuestiones científicas como sociales para ayudar a afrontar los desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrece el mayor interés internacional en estas regiones, en parte porque son ricas en materias primas y recursos naturales.
Una zona donde la información es vital
Dina Abdel-Fattah del Instituto Meteorológico de Noruega, y coordinadora internacional del trabajo, indicó que “el proyecto tiene por objeto proporcionar conocimientos que tanto la sociedad como la comunidad de investigación puedan utilizar y desarrollar aún más”. Desde el pasado 7 de agosto ya está en línea la web del proyecto.
PCAPS (Polar Coupled Analysis and Prediction for Services) es el nombre del proyecto y se trata de una de las diversas iniciativas de la comunidad de la OMM para mejorar los servicios y pronósticos climáticos en las regiones polares, entre ellas el establecimiento de un centro climático regional para el Ártico, en vista de su importancia para el resto del mundo y para la agenda internacional de políticas climáticas.
Esto está en consonancia con una decisión del Consejo Ejecutivo de la OMM de junio de 2024 de reforzar la vigilancia, la promoción y la colaboración en materia de criosfera (agua congelada). El CE adoptó cuatro objetivos de alto nivel para la criosfera, entre ellos el fortalecimiento de las observaciones, los pronósticos y el intercambio de datos.
Los pronósticos polares son los más complejos
PCAPS se desarrollará entre 2024 y 2028. El trabajo se basa, entre otras cosas, en unproyecto anterior de la OMM, el Proyecto de predicción polar (PPP). El PCAPS forma parte del Programa Mundial de Investigación Meteorológica (WWRP) de la OMM, y está dirigido por está dirigido Jørn Kristiansen, director del Centro de Desarrollo de Predicciones Meteorológicas del Instituto Meteorológico de Noruega.
La interacción entre la atmósfera, el océano, el hielo marino y otros procesos físicos hace que la previsión meteorológica y climática sean especialmente difíciles en las regiones polares.
Los temas importantes en este caso serán la toma de decisiones, la evaluación de riesgos y el valor de la previsión meteorológica y climática. El contacto con los proveedores de servicios, los pueblos indígenas y otros usuarios será una parte integral del proyecto.
La previsión meteorológica y climática implica la vigilancia y predicción de los cambios en el tiempo y el clima para proporcionar alertas tempranas de posibles peligros.
El objetivo es dar tiempo a las comunidades para que se preparen y se adapten a estos cambios, con el fin de minimizar los daños a las personas, las propiedades, la infraestructura y los ecosistemas. "Una parte importante de esto es comprender qué información necesitan los grupos de usuarios en diferentes áreas", dice Abdel-Fattah.