Previo a la COP27, México anunció que reducirá 30% de sus emisiones a 2030
México anunció que reducirá el 30% de sus emisiones de gases de efecto invernadero -que causan el cambio climático- para 2030. Pero todavía no se hace oficial en documentos como los compromisos climáticos a nivel internacional, ni se explica cómo se logrará.
Recientemente la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales comunicó que México reducirá el 30% de sus emisiones de gases de efecto invernadero -que causan el cambio climático- para 2030. Con ese anuncio se estaría cumpliendo el mandato del Acuerdo de París para que México actualice y aumente sus compromisos climáticos a nivel internacional, sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil tienen sus reservas y exigencias al respecto.
México llegará a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) en Egipto, que se realizará del 6 al 18 de noviembre de este año, con mucha expectativa derivada de la visita del enviado de Estados Unidos, Jhon Kerry, pues se espera que el país aumente la ambición en la reducción de emisiones, pero ese 30% de reducción de emisiones no está cristalizado en documentos oficiales ni se ha comunicado cómo se va a lograr.
“Decir números ambiciosos es sencillo, pero aterrizar los cómos es lo más importante. Para implementar ese 30% serán necesarias medidas que no están alineadas a la política actual”, señaló Ana Sofía Tamborrel, representante de la Iniciativa Climática de México, durante el seminario web “México ante la COP27”, organizado por el Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC).
Otra muestra del escepticismo de la sociedad civil ambiental tiene que ver con el Programa Especial de Cambio Climático (PECC) que México adoptó en 2021, el cual es un instrumento transversal de política pública implementado por todas las entidades del gobierno federal y derivado de la Ley General de Cambio Climático. El PECC y la Estrategia Nacional de Cambio Climático son la base para saber qué hará el país para disminuir la vulnerabilidad y las emisiones de GEI.
Sin embargo, el PECC no está alineado con los compromisos climáticos de México a nivel internacional (Contribución Nacional Determinada), ya que estos últimos anuncian temas de desplazamiento forzado de personas debido al cambio climático, pero el PECC no lo aborda, explicó Anaid Velasco, gerente de investigación del Centro Mexicano de Derecho Ambiental.
“Si a las acciones a las que se compromete México no se les asignan números, en términos de presupuestos públicos, se quedan en buenas intenciones, ¿de qué manera haces consistente tus compromisos hacia el exterior con lo que tienes a nivel nacional?”, cuestionó Velasco.
La apuesta de México por los fósiles
México es el país número uno en emisiones de dióxido de carbono en América Latina y el treceavo en el mundo en emisiones de todos los gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, vapor de agua y ozono), indica un reporte de la Agencia Internacional de Energía (IEA).
El sector energético es fundamental porque de ahí proviene el mayor nivel de emisiones del país (63.52% de GEI), luego del sector ganadero (19,12%), procesos industriales (7.74%), y residuos (1.37%), según cifras presentadas durante el seminario web.
“Aunque ha habido una participación que se ha frenado en tecnologías renovables, los combustibles fósiles predominan en la matriz energética con 72% de generación, esto nos posiciona como un país que tiene que desacoplar sus economías de estas fuentes contaminantes”, dijo Sandra Guzmán, coordinadora y fundadora del GFLAC.
De acuerdo con el Índice de Finanzas Sostenibles en México publicado por esta organización, el país sigue recibiendo financiamiento internacional en materia de cambio climático, tan solo en 2020 el 20% del total de financiamiento que recibió para el desarrollo se destinó al cambio climático, lo que lo convirtió en el número ocho de América Latina en el ranking mayores ingresos sostenibles.
La paradoja es que el gobierno sigue asignando recursos públicos para actividades que contribuyen al incremento de emisiones, por ejemplo, 16% del presupuesto mexicano en 2021 se gastó en actividades intensivas en carbono. “Si bien México ha presentado medidas para mejorar la acción climática, las finanzas nos dicen otras cosas”, aseguró Guzmán.