Preparémonos: la fase de El Niño persistirá hasta abril de 2024 con importantes consecuencias a escala global
El fenómeno de El Niño se desarrolló rápidamente en julio-agosto y alcanzó una intensidad moderada en septiembre de 2023. Según las previsiones, se espera que alcance una intensidad considerable entre noviembre y enero del próximo año.
El fenómeno de El Niño, esta compleja oscilación climática, revela su poder en el escenario meteorológico global. Según las últimas evaluaciones de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), en su Boletín Info-Nino/Nina, persistirá hasta abril de 2024, dejando a su paso una huella significativa en las futuras condiciones climáticas globales.
¡Las temperaturas en el mar y en tierra experimentarán un aumento sustancial!
Esta extensión del fenómeno de El Niño hasta la primavera de 2024 trae consigo pronósticos y avisos cruciales. Las temperaturas, tanto en la tierra como en los océanos, experimentarán un aumento sustancial, alimentando así una tendencia constante de calor que se observa desde hace varios meses.
Los indicadores oceánicos y atmosféricos en el Pacífico tropical señalan no sólo la presencia actual de El Niño, sino también su aumento de intensidad, alcanzando su pico entre noviembre de 2023 y enero de 2024, con un 90% de probabilidad de continuación durante todo el invierno boreal/verano austral.
¡Cada episodio de El Niño es único!
Cabe señalar, sin embargo, que la fuerza de este evento climático no se traduce sistemáticamente en impactos significativos a escala local. De hecho, aunque el fenómeno de El Niño ejerce una influencia importante, otros parámetros climáticos, también influye en parámetros locales.
Cada episodio de El Niño es único, es fundamental entender que la intensidad del evento no necesariamente predice la magnitud de sus consecuencias. Sin embargo, las previsiones apuntan a cambios y desafíos sustanciales.
Los impactos potenciales están claramente surgiendo: olas de calor, sequías, incendios, precipitaciones extremas, inundaciones todos ellos fenómenos meteorológicos extremos que probablemente se intensificarán en varias regiones, dejando potencialmente graves consecuencias para las poblaciones y la economía si no se preparan bien.
El aumento de las emisiones debido a las actividades humanas: ¡un catalizador del calentamiento global!
El año más cálido registrado anteriormente fue 2016, en gran parte debido a un El Niño excepcionalmente fuerte combinado con los efectos del cambio climático. Una vez más, el aumento de temperatura debido a las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero, combinado con este fenómeno de El Niño, tendrá consecuencias alarmantes.
De ahora en adelante, debemos prepararnos ahora: la aplicación de la iniciativa en favor de las alertas tempranas recupera aquí todo su significado, para salvar vidas y minimizar las pérdidas económicas.
¡Hay disponibles actualizaciones periódicas de las perspectivas climáticas globales!
En respuesta a esta preocupante situación, la OMM publica periódicamente un boletín estacional sobre el estado del clima global. Este boletín tiene en cuenta las influencias de todos los demás factores climáticos. El boletín estacional de noviembre - diciembre - enero muestra una tendencia al alza en las temperaturas en varias regiones del mundo.
De hecho, deberían estar por encima de lo normal en casi todas las zonas terrestres, se esperan anomalías positivas de temperatura, en particular en casi todo el hemisferio norte (NH): el mayor aumento en las probabilidades de temperaturas por encima de lo normal en HN se pronostica generalmente al sur de los 40°N. (excepto América del Norte), y también en regiones al norte de 65°N.
Las previsiones de precipitaciones, por su parte, para los próximos tres meses concuerdan con los efectos clásicos de El Niño: a modo ilustrativo, se pronostica un aumento de las precipitaciones por encima de lo normal, especialmente en el Océano Índico, al norte del ecuador, extendiéndose hacia el costa oriental de África y hacia el Gran Cuerno de África.
¡Es mejor prevenir, que curar!
Según estas previsiones, sin duda se esperarán impactos en la agricultura, los recursos hídricos y los ecosistemas a nivel regional y mundial. Por lo tanto, es esencial que los gobiernos, los formuladores de políticas y los sectores sensibles al clima se preparen para enfrentar las consecuencias de este persistente episodio de El Niño y proteger las vidas y los medios de subsistencia de las poblaciones afectadas.