Por segunda ocasión en el año hubo avistamiento de auroras a latitudes más bajas de lo normal

Las eyecciones de masa coronal y las tormentas geomagnéticas no solo afectan nuestras tecnologías, sino que también crean espectaculares auroras. ¡Disfruta del increíble espectáculo natural que el Sol nos regala en el cielo nocturno!

Aurora avistada desde Vetagrande, Zac. Crédito: Berenice Martínez

Como advertimos en MeteoRed en nuestro artículo acerca de la actividad solar extrema de pasados días, las auroras se hicieron presentes en la Tierra, avistando a latitudes más bajas de lo normal.

Las notificaciones acerca de las tormentas geomagnéticas severas se presentaron desde temprano en sitios como el NOAA, la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera, donde alertaban que la tormenta “bajaría” a latitudes más bajas de lo normal.

Desde tempranas horas del jueves 10 de octubre comenzaron a aparecer las primeras imágenes en redes sociales acerca de los cielos en el Norte del planeta, sobre todo en Canadá y en los Estados del Norte de la Unión Americana.

Pero el punto culminante fue cuando cayó la noche en México y las imágenes no se hicieron esperar desde lugares poco habituales como Zacatecas o incluso Jalisco, donde se podían apreciar incluso a simple vista, no importando mucho la contaminación lumínica. Un evento similar al de mayo pasado.

Actividad solar: ciclo 25

Este ciclo solar, el número 25 ha sido particularmente de actividad importante, pues las manchas solares y sus respectivas eyecciones de masa coronal (CME), grandes explosiones de plasma y campos magnéticos que salen del Sol.

Estas explosiones pueden lanzar miles de millones de toneladas de material y viajar a velocidades de hasta 3000 km/s. Las CME más rápidas pueden llegar a la Tierra en 15-18 horas, mientras que las más lentas tardan varios días.

Las CME se producen cuando las estructuras magnéticas del Sol se estresan y se reorganizan, liberando energía en forma de llamaradas solares. Estas explosiones suelen ocurrir en áreas del Sol con campos magnéticos fuertes, como las manchas solares.

Los científicos utilizan satélites para observar y analizar las CME. El Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO) y la nave espacial STEREO-A son algunas de las herramientas principales para este propósito. Estos satélites ayudan a predecir si una CME impactará la Tierra.

Tormentas geomagnéticas

Cuando una CME se acerca a la Tierra, el satélite DSCOVR puede detectar su llegada con 15 a 60 minutos de anticipación. Esto permite a los científicos alertar sobre posibles tormentas geomagnéticas, que pueden afectar las comunicaciones y las redes eléctricas en la Tierra.

Las tormentas geomagnéticas más intensas ocurren cuando el campo magnético de la CME se orienta hacia el sur. Los pronosticadores del clima espacial utilizan una escala de cinco niveles para clasificar estas tormentas y predecir su intensidad.

Aurora avistada desde Vetagrande, Zac. Crédito: Berenice Martínez

Una tormenta geomagnética es una gran perturbación en el campo magnético de la Tierra causada por la energía del viento solar. Estas tormentas ocurren cuando el viento solar, especialmente si tiene un campo magnético dirigido hacia el sur, interactúa con la magnetosfera de la Tierra.

Durante estas tormentas, se producen cambios en las corrientes y campos magnéticos de la magnetosfera y la ionosfera de la Tierra. Esto puede afectar a los cinturones de radiación y causar calentamiento en la atmósfera superior, lo que aumenta la resistencia en los satélites en órbita baja. También puede alterar las señales de radio y los sistemas de navegación GPS.

Auroras

Las tormentas geomagnéticas se miden utilizando índices como el Dst y el Kp, que ayudan a clasificar la intensidad de las perturbaciones. Estas tormentas pueden crear hermosas auroras, pero también pueden causar problemas en las redes eléctricas y las tuberías debido a las corrientes inducidas geomagnéticas (GIC).

En ese sentido, la misma NOAA nos alerta acerca de los posibles peligros que pueden ocurrir en las telecomunicaciones, pero nos invita a disfrutar las hermosas vistas que nos ofrecen este tipo de tormentas, sobre todo en ubicaciones donde usualmente no son visibles.

Estas luces danzantes, conocidas como auroras boreales en el hemisferio norte y auroras australes en el hemisferio sur, son el resultado de partículas solares interactuando con la atmósfera de la Tierra. Si tienes la oportunidad de ver una aurora, ¡no te la pierdas! Es una experiencia mágica que conecta nuestro planeta con el cosmos.

No solo son un recordatorio de la belleza del universo, sino también de la ciencia increíble que hay detrás de estos fenómenos. Así que, la próxima vez que escuches sobre una tormenta geomagnética, mira al cielo y disfruta del espectáculo natural que nos ofrece el Sol.