Pomuch, el pueblo que exhuma y limpia a sus difuntos para el Día de Muertos

La tradición de limpiar los huesos de los difuntos en Pomuch es un tesoro cultural que ha sido transmitido de generación en generación. A pesar de las transformaciones sociales y culturales, ésta práctica ancestral continúa viva.

Esta tradición se realiza por lo menos desde hace más de 150 años
Esta tradición se realiza por lo menos desde hace más de 150 años

Pomuch es un pequeño pueblo ubicado en el estado de Campeche, México, es reconocido mundialmente por una tradición única y ancestral: la limpieza de los restos óseos de sus difuntos. Cada tres años, los habitantes de este lugar exhuman los cuerpos de sus seres queridos para limpiar sus huesos, renovar su ataúd y celebrar el Día de Muertos de una manera muy especial.

Esta práctica, arraigada en la cultura maya, se lleva a cabo en un ambiente de respeto y solemnidad. Los familiares se reúnen en el cementerio para desenterrar los restos, los cuales son cuidadosamente lavados y colocados en nuevas urnas o cajas adornadas con flores y mantas bordadas generalmente con el nombre del familiar fallecido. Esta ceremonia tiene como objetivo honrar la memoria de los difuntos y mantenerlos presentes en la vida de sus seres queridos.

Este ritual, que en maya se conoce como Choo Ba'ak, se celebra en el pueblo desde por lo menos 150 años, según los propios cronistas de esta tradición. Es a mediados de octubre cuando los parientes de los fallecidos acuden al cementerio para hacer la limpieza de huesos de sus difuntos y tenerlos listos para el 1 de noviembre y 2 de noviembre, días en los que se cree que regresan los niños y los adultos respectivamente.

Además de “limpiar” los huesos también se colocan flores y velas para adornar el nicho y además bordan a mano hermosas telas la mayoría, otras pintadas con flores y el nombre del difunto, sobre el que reposarán los huesos limpios y que permitirá retirar el usado del año anterior.

La limpieza de huesos se realiza con mucha solemnidad y cariño a sus seres queridos
La limpieza de huesos se realiza con mucha solemnidad y cariño a sus seres queridos

Tradición llena de símbolos, aquí te detallamos algunos

  • Conexión con los ancestros: La limpieza de los huesos representa un vínculo profundo con los antepasados, reafirmando la identidad cultural y familiar.
  • Respeto a los muertos: Al cuidar de los restos de sus seres queridos, los habitantes de Pomuch demuestran un profundo respeto por la vida y la muerte.
  • Celebración del Día de Muertos: Esta práctica forma parte integral de las celebraciones del Día de Muertos, una festividad mexicana declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

Cada elemento de esta ceremonia tiene un significado especial:

  • Las urnas: Las nuevas urnas representan un hogar eterno para los restos de los difuntos.
  • Las flores: Las flores de cempasúchil, típicas del Día de Muertos, guían a los espíritus hacia los altares.
  • Los mantas bordadas: Las mantas personalizadas con el nombre del difunto son una muestra de cariño y devoción.

La tradición de limpiar los huesos de los difuntos en Pomuch es un tesoro cultural que ha sido transmitido de generación en generación. A pesar de las transformaciones sociales y culturales, esta práctica ancestral continúa viva, demostrando la fuerza y la resiliencia de las tradiciones mexicanas.

Con el inicio de la evangelización, se superpusieron las creencias católicas sobre las prácticas de cada región del país. El Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, celebrados el 1 y 2 de noviembre respectivamente, proporcionaron un marco religioso para honrar a los difuntos.

La veneración de los santos y mártires se fusionó con las creencias prehispánicas, creando un sincretismo religioso que dio lugar a prácticas como la construcción de altares y la ofrenda de alimentos.

El limpiar los huesos significa la purificación, tanto para los difuntos como para los vivos. Se cree que al limpiar los restos, se libera al espíritu de cualquier impureza y se facilita su tránsito hacia el más allá, además, la exhumación y limpieza de los huesos refuerza el vínculo entre los vivos y los muertos, asegurando que la memoria de los ancestros se mantenga viva.