¿Podría un baño bajo las estrellas aliviar el estrés? El auge de los retiros para mirar arriba y contemplar el cosmos
Al alejarnos de las pantallas y sumergirnos en la oscuridad natural, permitimos que nuestros ritmos circadianos se restablezcan, mejorando la calidad del sueño y reduciendo la fatiga visual y mental.

En la actualidad, las pantallas iluminan nuestras noches y el ruido urbano se infiltra hasta en nuestros sueños, ante esto, quienes buscan rescatar las tradiciones y rituales ancestrales tienen una tendencia que cada vez más va tomando fuerza. Desde los baños de temazcales, hasta las limpias y viajes astrales con el uso de hierbas especiales u hongos alucinógenos.
Lejos de ser una mera afición astronómica, la observación de las estrellas se está consolidando como una poderosa herramienta para aliviar el estrés y reconectar con una perspectiva cósmica, de unión con el todo que a menudo perdemos en el ajetreo diario.
En el boletín de la Sociedad Astronómica Americana se discute cómo la astronomía puede ser útil para la salud mental y el bienestar, fenómeno que se observó durante la pandemia. Los problemas de salud mental y bienestar son los principales desafíos que enfrentan muchas personas en el mundo.
Según especialistas en salud mental, convivir con la naturaleza como la playa, el bosque, el campo, ayudan a nuestro organismo a retomar un ritmo más tranquilo. Explican que la exposición a entornos naturales, incluyendo cielos oscuros, ha demostrado reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumentar la actividad del sistema nervioso parasimpático, asociado a la relajación.

La contemplación de la naturaleza como el mar o el cosmos, con su vastedad y misterio, puede inducir un estado de "asombro", una emoción poderosa que se ha relacionado con sentimientos de humildad, conexión y bienestar. La desconexión digital es un componente clave de estas actividades.
Al alejarnos de las pantallas y sumergirnos en la oscuridad natural, permitimos que nuestros ritmos circadianos se restablezcan, mejorando la calidad del sueño y reduciendo la fatiga visual y mental. Esta pausa tecnológica nos brinda la oportunidad de reconectar con nosotros mismos y con el entorno que nos rodea, fomentando la introspección y la calma.
Más allá del alivio del estrés individual, la observación del cielo nocturno puede despertar una sensación de pertenencia a algo mucho más grande que nosotros mismos. La comprensión de nuestra pequeña pero significativa posición en el universo puede relativizar nuestras preocupaciones cotidianas y ofrecernos una perspectiva más amplia sobre la vida.
Hay regiones que ya ofrecen estos “baños de estrellas” que no es otra cosa más que ofrecer una caminata en zonas aisladas de las ciudades y grandes luces, algunos operadores turísticos ofrecen también cena y bebidas, además de meditaciones guiadas, así como una plática sobre las constelaciones y lo que se está observando.
Algunas de las zonas en México donde se puede disfrutar de estos espectáculos están en la Reserva de la Biósfera Mapimí, en Durango, esta zona es conocida por su oscuridad y tranquilidad, ideales para la observación de estrellas y la astrofotografía. Desierto de Wirikuta, San Luis Potosí, este sitio sagrado para la cultura wixárika es también un lugar privilegiado para la observación astronómica.
El "baño de estrellas" es una práctica que trasciende la mera observación astronómica, convirtiéndose en una inmersión consciente en la inmensidad del cielo nocturno.