OMM está muy preocupada: el fenómeno de El Niño se está debilitando pero su influencia persistirá este 2024
Considerado uno de los fenómenos más violentos de la historia, El Niño redefinió las normas climáticas y destacó el innegable impacto del cambio climático causado por el hombre.
El año 2023 ha estado marcado por temperaturas globales sin precedentes, lo que sirve como recordatorio de que el calor de El Niño es solo una pieza de un rompecabezas mucho mayor.
¡Entre los 5 más poderosos!
Existe la posibilidad de que La Niña se desarrolle más adelante en el año, pero las probabilidades son actualmente inciertas.
El Niño y el cambio climático
El Niño ocurre en promedio cada dos a siete años y normalmente dura de nueve a doce meses. Es un fenómeno climático natural asociado con el calentamiento de la superficie del océano en el Pacífico tropical central y oriental. Influye en los patrones climáticos y de tormentas en diferentes partes del mundo, pero ocurre en un contexto de cambio climático antropogénico.
Celeste Saulo continúa explicando que las temperaturas de la superficie del océano en el Pacífico ecuatorial están claramente influenciadas por El Niño. Sin embargo, las temperaturas de la superficie del mar en otras partes del mundo se mantienen persistente e inusualmente altas durante los últimos 10 meses.
En particular, la temperatura de la superficie del mar en enero de 2024 fue la más alta jamás registrada para ese mes. Estas observaciones generan preocupación y no pueden explicarse completamente por el impacto de El Niño.
Consecuencias y predicciones
Este año, a medida que el fenómeno de El Niño se debilite gradualmente, su impacto en el clima global persistirá en los próximos meses, alimentando el calor atrapado por los gases de efecto invernadero provenientes de las actividades humanas.
Las temperaturas superficiales del mar superiores a lo normal previstas en grandes zonas del océano contribuirán a temperaturas superiores a lo normal en casi todas las regiones terrestres durante los próximos tres meses. Esta tendencia también afectará los patrones de precipitación regionales.
¿Hacia un año récord en 2024?
El reciente episodio de El Niño, que comenzó en junio de 2023, alcanzó su punto máximo entre noviembre y enero, registrando un valor máximo de alrededor de 2.0 °C por encima del promedio de temperatura de la superficie del mar de 1991-2020 en el Pacífico tropical central y oriental. Aunque se encuentra entre los cinco fenómenos de El Niño más intensos registrados, sigue siendo menos poderoso que los de 1997/98 y 2015/2016. Las señales de alerta apuntan a un año 2024 que podría destacar en términos climáticos.
El Niño es principalmente un fenómeno meteorológico estacional que altera los promedios climáticos estacionales, pero también puede aumentar la probabilidad de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en algunas zonas. Durante los períodos de El Niño y La Niña, los pronósticos estacionales se vuelven más precisos, particularmente en los trópicos.
Esto subraya la importancia crucial de las alertas tempranas para apoyar la toma de decisiones, así como para fortalecer la preparación y las acciones preventivas
Actualización climática estacional global
La OMM está ampliando sus servicios de alerta climática integrando datos de otros fenómenos climáticos como la Oscilación del Atlántico Norte, la Oscilación Ártica y el Dipolo del Océano Índico en las actualizaciones tradicionales de la Oscilación de El Niño Meridional (ENSO).
Los pronósticos climáticos estacionales globales indican temperaturas superiores a lo normal en la mayor parte del hemisferio norte y partes del hemisferio sur durante los próximos tres meses (marzo a mayo), con patrones de precipitación similares a los observados durante los períodos de El Niño. Estas previsiones apuntan a un aumento de las precipitaciones en algunas regiones, aumentando el riesgo de inundaciones, mientras que otras podrían sufrir graves sequías.
Estas actualizaciones, que forman parte de la iniciativa Alerta Temprana para Todos, se basan en pronósticos de los Centros Mundiales de Producción de Pronósticos a Largo Plazo de la OMM y tienen como objetivo ayudar a los gobiernos, las Naciones Unidas, las agencias humanitarias y los responsables de políticas a tomar medidas preventivas para proteger a las poblaciones y las propiedades.
Los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN), seguirán de cerca la situación en los próximos meses, proporcionando actualizaciones periódicas sobre la disipación de El Niño y el posible desarrollo de La Niña. Cabe señalar, sin embargo, que la incertidumbre sigue siendo mayor en las previsiones a largo plazo durante la primavera y principios del verano.