Linea de turbonada causa daños en la península de Yucatán
La poco usual formación de un ciclón extratropical en el Golfo de México, engendró una linea de turbonada que generó vientos destructivos en la península de Yucatán, y hasta un tornado en Cuba. Aquí te explicamos los detalles.
El pasado domingo un frente frío afectó la península de Yucatán y Cuba con fuertes vientos, lluvias intensas y hasta un tornado en la mencionada isla. Su violencia estuvo directamente relacionada con la formación de una baja presión extratropical en el Golfo de México, y una vaguada polar en niveles superiores de la atmósfera.
El frente frío no.31 llegó al mediodía del domingo a la península de Yucatán, impulsando una línea de turbonada (squall line), misma que favoreció en las zonas costeras de dicha península vientos en promedio de entre 80 y 100km/h con un máximo de hasta 111km/h, registrado en el puerto de Progreso.
Los fuertes vientos derribaron en zonas costeras, postes, anuncios espectaculares, árboles y palapas, además de que se hundieron algunas embarcaciones por la fuerte marejada. Las afectaciones incluso se extendieron hasta localidades del interior de la península, lejos de la costa.
Más tarde, por la noche, la línea de turbonada asociada al frente, llegó a la isla de Cuba, donde también provocó tiempo severo y hasta un tornado que causó muertos, heridos y mucha destrucción en La Habana.
Formación de un ciclón extratropical
Los análisis meteorológicos basados en observaciones de superficie y altura, además de imágenes de satélite, mostraron que desde el fin de semana una prolongada vaguada polar en 500 y 250mb (aproximadamente ubicada entre 5 y 7 kilómetros de altura) se extendió desde el oriente de EE.UU. hasta el Golfo de México.
La magnitud y energía contenida en este sistema meteorológico, propició un proceso de ciclogénesis (nacimiento de una baja presión en superficie) sobre el Golfo de México, que a su vez favoreció una frontogénesis (formación de un frente frío). Este tipo de bajas presiones son llamados ciclones extratropicales.
Muy raramente, el entorno sinóptico se vuelve favorable para el desarrollo de un ciclón extratropical en nuestras latitudes. Las principales características para su formación son la presencia de una corriente en chorro en latitudes bajas, junto con una vaguada que meta aire frío en niveles medios y altos, lo cual origina la formación de marcados gradientes de temperatura en la horizontal y vertical.
También influye la divergencia que aportan los intensos vientos en niveles altos de la atmósfera asociados con la corriente en chorro, y por supuesto, el choque del aire frío con la energía que aporta el calor latente que emite el océano, y aire cálido y húmedo en nuestra zona. La potente inestabilidad formó una línea de turbonada por delante del frente que comenzó a avanzar de oeste a este.
Las líneas de turbonada son capaces de producir tornados en las regiones tropicales y suelen encontrarse en el sector cálido de los ciclones extratropicales, delante de los frentes fríos que llegan al trópico. El encuentro entre el aire frío y aire cálido produce fuerte cizalladura y gran inestabilidad convectiva. Estos ambientes son propicios para la formación de tormentas severas, supercélulas y tornados. Tal como ocurrió anteriormente.