Una posible solución ante la crisis de agua en el mundo

Del agua dulce que hay en el planeta, la mayor parte reside en el subsuelo. Poco explotada y con poca información al respecto, su uso adecuado podría evitar la muerte de un número importante de personas.

Agua dulce en pozo
La mayor parte del agua dulce del planeta está en el subsuelo

El 99% del agua dulce del planeta es agua subterránea. Y con un planeta que se está siento influenciado categóricamente por un calentamiento global, la presión sobre este recurso natural cada vez es mayor, según ha indicado la ONU.

De acuerdo a lo relevado por Thomson Reuters Foundation, se prevé que la escasez de agua, que ya afecta a miles de millones de personas en todo el mundo, se agravará en las próximas décadas, debido a la sequía, la contaminación, la subida del nivel del mar y la mala gestión.


El informe de la ONU sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo 2022, estima que el uso del agua aumente un 1% cada año durante las próximas tres décadas y que aguas subterráneas adquieran mayor importancia a medida que el cambio climático y la explotación humana reduzcan las reservas superficiales, como los lagos y los embalses.

En la actualidad, las aguas subterráneas que representan la mayor parte de reservas de agua dulce, no se conocen bien. Esto hace que se infravaloren, se gestionen mal o se abuse de ellas si respetar su recambio. Como sea, en un mundo que se calienta y con la presión de un aumento exponencial de la población, el agua subterránea es una reserva relevante.

Estadística que muestra la realidad

Los números hablan por sí mismo: a nivel mundial, al menos 3,600 millones de personas tuvieron un acceso inadecuado al agua durante como mínimo un mes del año en 2018, y se espera que esta cifra supere los 5,000 millones en 2050, según los investigadores que trabajaron en el informe de ONU.

Richard Connor, editor en jefe plantea que la soluciones a los problemas del agua podrían estar en el subsuelo.

Esta solución sería factible siempre que el recurso subterráneo se pueda gestionar y explotar de forma sostenible. Ante el aumento de la población mundial el aumento de presión sobre este recurso no renovable será cada vez mayor, por lo que una gestión adecuada es primordial.

Aun cuando la Tierra esté cubierta por enormes océanos, sólo un 1% del agua es óptima para el consumo. La mayor parte del agua se encuentra en los casquetes polares, y el resto es salada, en los océanos.

De ese 1% de agua dulce líquida, el 99% se encuentra en el subsuelo, donde generalmente su calidad es buena a muy buena. De esa manera, este reservorio se puede utilizar de forma segura y sin necesidad de un tratamiento avanzado.

La solución invisible

El agua superficial almacenada, por ejemplo en embalses y presas, es un recurso finito, costoso, muy vulnerable a la contaminación y a los efectos del cambio climático, como las sequías severas.

Las experiencia demuestra que algunas formas de explotación acarrearon consecuencias ecológicas y sociales. Como contrapartida, entre el 10 y el 20% de las aguas subterráneas se renuevan de forma natural y se encuentran a poca profundidad, por lo que son fácilmente accesibles.

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El resto es "agua fósil" que ha estado en el suelo durante miles o incluso millones de años y, aunque no es renovable, es abundante.

El informe de ONU señala que los sistemas de aguas subterráneas son importantes para sostener paisajes ricos en naturaleza, como los bosques, además de que, proporcionan aproximadamente una cuarta parte de toda el agua utilizada para la agricultura.

Estos suministros subterráneos de agua también representan cerca de la mitad del agua utilizada a nivel doméstico por la población mundial y son la fuente más barata de agua potable para los habitantes de las zonas rurales, la mayoría de los cuales no están conectados a sistemas de suministro públicos o privados.

La extracción excesiva puede tener consecuencias nefastas, como el hundimiento del terreno y los conflictos relacionados con la escasez de suministros.