La salud es cada vez más afectada por el cambio climático
El reporte de The Lancet, publicado el 26 de octubre de 2022, menciona que el cambio climático ha provocado una mayor incidencia de exposición al calor por ondas de calor, enfermedades transmitidas por vectores y pérdida de días laborales, con diferencias entre las regiones del mundo.
El empeoramiento de los impactos del cambio climático están afectando cada vez más la salud y bienestar humano, y exacerba la vulnerabilidad de las poblaciones a diversas amenazas a la salud, revela el más reciente reporte de la revista científica The Lancet sobre cambio climático y salud 2022, publicado el pasado 26 de octubre.
El reporte recabó y analizó los impactos que el cambio climático ya causa a la salud de las personas, por ejemplo, en 2021 las personas vulnerables a altas temperaturas (que son adultos mayores a 65 años y niños menores de un año) estuvieron expuestas a más de 3.7 mil millones de días más de ondas de calor que en el periodo que comprende 1986 a 2005. Lo anterior se exacerbó debido a los efectos de la pandemia por COVID-19.
El cambio climático también está ayudando a la dispersión de enfermedades infecciosas, lo que pone en riesgo a la población ante nuevas enfermedades y epidemias. Es el caso de la malaria, pues aumentó 31.3% el número de meses en los que se puede transmitir esta enfermedad en las partes altas de América Latina, y 13.8% en las zonas altas de África, hablando del periodo entre 1951 y 1960 a 2012 y 2021.
Otra muestra de esta afectación no solo atraviesa a la salud sino también a la economía de los países. La exposición al calor provocó la pérdida de 470 mil millones de potenciales horas laborales a nivel global en 2021, lo que se traduce a pérdidas de hasta 5 a 6% del Producto Interno Bruto(PIB) de los países poco desarrollados, donde los trabajadores son más vulnerables a los efectos de la fluctuación financiera.
Además del calor, los eventos hidrometeorológicos extremos provocaron pérdidas de 253 mil millones de dólares en 2021, lo cual impacta más a las personas que viven en países de bajos ingresos.
Las alternativas
A pesar de estos impactos, el reporte señala que los países pueden tomar medidas para disminuir los impactos climáticos en la salud de sus poblaciones, empezando desde abandonar los combustibles fósiles, reducir su dependencia a los mercados de gas y petróleo, hasta asegurar una transición energética centrada en la salud.
Lo anterior puede lograrse con políticas y programas de adaptación al cambio climático para el sector salud, así como permitir a este sector el acceso a información climática y sistemas de alertamiento temprano ante eventos hidrometeorológicos.
“Estos cambios centrados en la salud reducirían la carga de las enfermedades transmisibles y no transmisibles, reduciendo la presión sobre los abrumados proveedores de servicios sanitarios”, asegura el informe.