La NASA pone en órbita nuevos satélites para estudiar el calentamiento global

La misión Prefire medirá la cantidad de calor que los polos Norte y Sur irradian al espacio para comprender la influencia de este mecanismo en el clima, lo que también mejorará nuestros modelos de predicción climática.

Satélites
Los dos satélites de la misión Prefire no superan el tamaño de una caja de zapatos y permitirán recopilar datos importantes sobre las emisiones de calor en los polos.

Actualmente, la NASA está desplegando dos satélites en órbita alrededor de la Tierra, cuyo objetivo será comprender mejor la influencia de las emisiones de calor de los polos en el clima global.

Dos satélites particularmente pequeños

La Agencia Espacial Nacional Estadounidense y la Universidad de Wisconsin-Madison desarrollaron conjuntamente la misión PREFIRE (Polar Radiant Energy in the Far-InfraRed Experiment). Consiste en poner en órbita dos satélites “cubesat” alrededor de los polos terrestres a una altitud de casi 530 kilómetros.

El primer satélite, del tamaño de una caja de zapatos, fue desplegado con éxito el 25 de mayo desde Māhia, en el norte de Nueva Zelanda, viajando a bordo del cohete Electron, construido por la empresa privada estadounidense Rocket Lab.

El segundo satélite debía ser desplegado el 31 de mayo desde la misma base de lanzamiento, pero un problema técnico de último momento impidió el despegue del cohete, lo que hizo que la misión fracasara por el momento. Sin embargo, la agencia Rocket Lab anuncia que se realizará un segundo intento en los próximos días, ya que las condiciones siguen siendo favorables para el lanzamiento de este segundo satélite.

Por lo tanto, debería unirse pronto a su socio, aunque avanzando hacia una órbita significativamente diferente. Si todo va según lo previsto durante este segundo lanzamiento, las trayectorias de los dos satélites deberían cruzarse a intervalos regulares cerca de los polos, lo que les permitirá recopilar datos importantes sobre el efecto invernadero en esta región del globo.

Estudiando el efecto invernadero cerca de los polos con el objetivo de mejorar los modelos climáticos

De hecho, la misión Prefire medirá la cantidad de calor que los polos norte y sur de la Tierra irradian hacia el espacio y la forma en que este mecanismo influye en el clima planetario. Para ello, los cubesats están equipados con espectrómetros de infrarrojos.

El Jet Propulsion Laboratory también ha recuperado la tecnología del instrumento Mars Climate Sounder para los sensores de estos nuevos satélites, equipados en el satélite Mars Reconnaissance Orbiter en órbita alrededor del planeta rojo desde 2006.

Las mediciones de los cubesats de la misión Prefire ayudarán a mejorar nuestra comprensión del efecto invernadero polar, en particular la capacidad del vapor de agua, las nubes y otros elementos de la atmósfera terrestre para atrapar el calor y evitar que se irradie al espacio.

Los datos recopilados también permitirán actualizar los modelos climáticos y glaciares, que hasta la fecha sólo se basan en teorías para evaluar la pérdida de calor. Por tanto, la misión Prefire podrá mejorar estos modelos y permitir así obtener previsiones aún más precisas sobre la pérdida de hielo marino, el derretimiento de los casquetes polares o incluso los cambios en el nivel del mar.