La fruta mexicana rica en antioxidantes que fortalece el sistema inmune y embellece la piel

El mamey es una fruta tropical con muchas propiedades nutricionales. Es rico en vitamina A, vitamina C, calcio, hierro, fósforo y carotenos. También contiene potasio, cobre y vitamina B6.

El mamey es uno de los frutos favoritos para disfrutar durante la primavera y el verano.

El mamey es una de las frutas con más textura y color que tenemos en nuestro país y es rica, nutritiva y también muy versátil, lo que permite probarla en diferentes formas como: smoothies, helado, gelatina, y en natilla. Es rico en proteína, sodio, potasio e hidratos de carbono, que promueven la producción de colágeno en el cuerpo.

El mamey pertenece a la familia del zapote, por lo que también es llamado zapote mamey o zapote colorado; se distingue por ser una fruta de forma ovalada, de cáscara delgada con textura áspera, su pulpa es de color rojizo y el sabor es dulce; mide de 8 a 20 centímetros y a su semilla se le llamada pixtle.

Suele encontrarse de manera silvestre en zonas tropicales durante todo el año en los estados de Veracruz, Tabasco y Chiapas. Sin embargo, el estado de Yucatán es el principal productor a nivel nacional con 13 mil 580 toneladas, seguido por Guerrero con 2 mil 666 toneladas y Veracruz con mil 328 toneladas.

14 estados de la República Mexicana son productores de mamey, con mil 460 hectáreas dedicadas a su producción, según la información oficial del Gobierno de México.
El mamey se puede consumir, solo, en helado, licuado, congelado, gelatina, hasta pasteles y galletas se pueden preparar
El mamey se puede consumir, solo, en helado, licuado, congelado, gelatina, hasta pasteles y galletas se pueden preparar

El mamey y sus increíbles propiedades

Este fruto se caracteriza por ser 75 por ciento de agua y tener alto contenido de carbohidratos, vitamina A, vitamina C, calcio, hierro así como fósforo. Su peculiar color se debe a su gran contenido de carotenos, los cuales tienen un efecto antioxidante que son esenciales para nuestra salud, ya que protegen las células y fortalecen el sistema inmunológico.

El mamey tiene diversos usos medicinales para tratar problemas oculares y digestivos. Por su parte, la semilla transformada en aceite, se ha empleado como tónico para reducir dolores musculares y reumáticos. También este aceite es utilizado en la cosmética, por ejemplo, para favorecer el crecimiento de las pestañas.

Su nombre en náhuatl es tetzontzapotl, que significa zapote color de tezontle, llamado así por su parecido al color de esta piedra.

El mamey es una fruta que gastronómicamente es muy versátil, utilizada para la elaboración de helados, dulces y licuados. Además de agregarle un toque exótico en la elaboración de postres, los beneficios del mamey van más allá de su exquisito sabor.

Esta fruta tropical ofrece una serie de ventajas para la salud, entre las que se incluyen la lista a continuación:

  • La fibra presente en el mamey ayuda a promover la salud digestiva y a prevenir el estreñimiento.
  • Gracias a su alto contenido de vitamina C, el mamey ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a combatir enfermedades.
  • Los antioxidantes presentes en el mamey contribuyen a mantener una piel sana y radiante, combatiendo los signos del envejecimiento prematuro.
  • El potasio contenido en el mamey ayuda a regular la presión arterial, lo que contribuye a la salud cardiovascular.

¡Prepara tu propio helado de mamey!

Ahora que se acerca la temporada de calor, te compartimos una deliciosa receta de helado de mamey que puedes elaborar en casa:

Ingredientes

  • 2 mameyes maduros, pelados y sin semillas
  • 1 lata de leche condensada (400g)
  • 1 taza de crema para batir (nata para montar)
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

Instrucciones

Corta los mameyes maduros en trozos y colócalos en un procesador de alimentos o licuadora. Licua los trozos de mamey hasta obtener una pulpa suave y sin grumos. En un tazón grande, mezcla la pulpa de mamey con la leche condensada y el extracto de vainilla. Remueve bien para asegurarte de que todos los ingredientes estén completamente integrados.

        En otro tazón, bate la crema para batir (nata para montar) hasta que forme picos suaves. Incorpora la crema batida a la mezcla de mamey y leche condensada con movimientos suaves y envolventes, cuidando de no perder la textura aireada de la crema.

        Vierte la mezcla en un recipiente apto para congelador, y cúbrelo con papel film o una tapa hermética. Congela el helado durante 6 horas o hasta que esté completamente sólido. Una vez que el helado esté listo, sácalo del congelador y déjalo reposar durante unos minutos antes de servir para que sea más fácil de servir.