La Casa Azul de Frida Kahlo: el legado vivo de su arte y vida
Esta vivienda, es una obra de arte en sí misma. El hogar en donde nació, vivió y murió, la mejor conocida como la Casa Azul, fue su mundo, su cielo, su íntimo universo. Aquí, entre sus paredes, se encuentran escondidos diversos misterios.
Por muchos es sabido que, Frida Kahlo hizo de una casa una obra de arte por sí misma. Esto mismo, trabajó en su persona, mediante su forma de vestir y su particular estilo de arreglo personal, con todo lo que la rodeaba, incluidos sus lienzos.
En varias de sus obras de arte, se representó, particularmente en aquellas plásticas la representación de su Casa Azul, como el óleo denominado “mis padres, mis abuelos y yo”, que data de 1936. Así mismo, a través de su diario, se encontró un dibujo considerado insólito.
En él, se plasman algunos trazos que parecieran ser de una niña, donde se representa una vivienda y los animales que la habitaban. Así, en la parte baja de este, se muestra en una leyenda en inglés que versa: “My house is not so confortable, bit is nice of color”.
Expertos en arte, refieren que la producción artística de Kahlo, no se puede entender en toda su dimensión, si no se tiene como referencia este increíble sitio de Coyoacán, mismo que fue el hogar, en donde nació, vivió y murió.
Su mundo, su cielo, su universo
Se sabe que, esta casa envuelve una serie de importantes misterios y secretos. Las personas que han tenido el privilegio de hojear sus escritos, trabajar con sus materiales y detenerse a apreciar las anotaciones en los libros, hacen que se trasladen en el tiempo, entremezclando emociones.
Trasciende además, que para quienes han laborado en ese museo, provocaba un apasionado sentimiento adicional, leer sus cartas, descubriendo diversos objetos entre los cajones de sus muebles. Especial atención llamaba el observar lo que guardaba en el juguetero.
Miniaturas de todo tipo
En este último mueble, se disponía de una importante cantidad de objetos en miniatura. Además, comentan que, entre los pequeños espacios, o resquicios del mismo mueble, incluso en algunas cajas, eran guardadas algunas notas.
Se dice, también que la casa no siempre fue azul. La construcción de esta, corresponde a un estilo neoclásico con alta influencia francesa. En su interior, fue diseñado un patio central de estilo español, provisto de una pequeña jardinera en medio, así como un corredor lateral que conectaba con otro patio, trasero.
Casa ubicada en Coyoacán
Como se refirió antes, la construcción se encuentra localizada en Coyoacán, considerado uno de los espacios más bellos de la Ciudad de México. Además, acá se guarda una larga e importante riqueza histórica.
Los orígenes de la zona, son prehispánicos. Acá, también vivió Hernán Cortés, por un espacio de poco más de dos años, a partir del año 1522. La vivienda, fue adquirida por Guillermo Kahlo, mediante una herencia recibida de quien fuera su padre, así como el sueldo que percibía como fotógrafo.
Tres hermanas y un hermano
Guillermo Kahlo, llegó a México hacia finales del siglo XIX, en el año de 1890. Fue en año de 1893, que contrae nupcias con María Cardeña, con quien engendra dos hijas. Al morir ella, y quedar viudo, él vuelve a casarse con Matilde Calderón González, en 1898.
Con esta última, procrea cuatro hijas y un varón. Lamentablemente, este último fallece. La tercera niña, de este último matrimonio, nació en 1907 y fue bautizaba bajo el nombre de Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón.
Ocupaba la recámara de la esquina
Se dice que, Frida habitaba en la recámara de la esquina de la casa. Mientras se asomaba por la ventana, soñaba con una amiga imaginaria. Así lo recuerda en su diario, que data del año de 1950. De este, se derivó posteriormente su famosa obra “Las dos Fridas”.
En esta obra, se representa su mestizaje europeo y mexicano. Mientras, su rutinaria vida fue brutalmente interrumpida en el año de 1925, cuando sufrió un terrible accidente, cuando chocó un tranvía, en el que viajaba, con un camión.
Postrada por nueve meses
Derivado de ello, los doctores recomendaron reposo en cama por nueve meses. Ellos, le referían: “por derecho, usted debería estar muerta”, como explícitamente relató en una de sus cartas. Su padre, en su tiempo, le apoyó para hacer menos incómodo el tiempo de recuperación.
Por ello, le acondicionó un espejo en el dosel de la cama, disponiéndolo de tal forma que, desde su cuarto podría mirar, tanto a la calle como al patio. Frida, tuvo que permanecer largos meses postrada, dejando atrás las ilusiones de ser doctora o maestra.
Conoce a Diego Rivera
Una vez que se recuperó, decidió visitar al pintor Diego Rivera, quien en ese tiempo se encontraba realizando un mural en su escuela preparatoria. La intención de ella, era mostrarle los cuadros que había generado durante su tiempo de convalecencia.
Ella, buscaba una orientación por parte del artista, así como tener una idea si podría tener futuro como artista. Él, era más grande que ella por veinte años. Aún así, la pidió en matrimonio, casándose un mes de agosto del año de 1929, en lo que ahora se le conoce como el centro histórico de Coyoacán.
Pago de hipotecas
Para el año de 1930, el muralista, se encarga de liquidar las enormes deudas que habían llevado a hipotecar la casa de los Kahlo, poniendo a nombre de Frida la vivienda. En poco tiempo, la Casa Azul, se transformó en el centro de la bohemia intelectual.
Era visitada por amigos, artistas, políticos mexicanos y extranjeros. Entre bebidas alcohólicas, música y platillos regionales, se conversaba de hechos nacionales e internacionales, así como se vertían chismes sociales, debatiendo también sobre las diversas corrientes artísticas.
Se abrió al público en 1958
En el año de 1958, cuatro años después de la muerte de Frida, la casa fue abierta al público. Diego Rivera, decidió que las salas 1 a la 5, fueran adaptadas para montar las obras de Kahlo, de otros artistas, así como de Diego mismo.
Además, Frida dispuso, en un gran número de espacios, piezas de arte indígena, que hicieron del lugar una obra de arte en sí misma. Diego Rivera, constituyó un fideicomiso privado, con la finalidad de donar al pueblo de México la vivienda.