JAXA publica la primera imagen de la misión SLIM: el aterrizaje se produjo a 55 metros del objetivo.
Japón abre las puertas a nuevas posibilidades de exploración y
cooperación espacial con una misión pionera que ha demostrado la
capacidad del país asiático para aterrizar con precisión en la Luna.
La Luna es un destino fascinante para la exploración espacial, pero también presenta muchos desafíos como aterrizar una nave espacial en un lugar específico, sin chocar con rocas, cráteres u otros obstáculos. Esto requiere de una tecnología de aterrizaje preciso, que pueda llevarse hasta el punto deseado con una alta exactitud.
Esa fue la misión que se propuso la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) con su proyecto SLIM o Módulo de Aterrizaje Inteligente para Investigar la Luna. Una nave espacial pequeña y ligera, que tenía como objetivo demostrar la capacidad de Japón para aterrizar con precisión en la Luna, usando sensores, cámaras y software avanzados.
SLIM fue lanzado el 18 de diciembre de 2023. Después de un viaje de más de un mes llegó a la Luna el 20 de enero de 2024, comenzando su descenso hacia la superficie lunar. Donde también se desplegaron los Vehículo de Excursión Lunar (LEV-1 y LEV-2), pequeños robots que realizan con éxito actividades ahora mismo.
Su lugar de aterrizaje elegido fue un lugar cercano al cráter Shioli, cerca del “Mar del Néctar”. Un pequeño cráter lunar de 270 metros de diámetro que se encuentra dentro del cráter Cyrillus, en la parte sureste de la cara visible de la Luna. SLIM tenía como objetivo aterrizar cerca del centro del cráter, donde hay una zona plana y lisa, además de mandar su primer imagen.
Un descenso preciso
Para lograr su aterrizaje, usó un sistema de navegación óptica, que consiste en comparar las imágenes capturadas por las cámaras de la nave espacial con un mapa digital de la superficie lunar. De esta manera, SLIM podía determinar su posición, velocidad y orientación, y ajustar su trayectoria con sus motores.
Además, SLIM tiene un sistema de evasión de obstáculos, que le permite detectar y evitar posibles peligros en el último tramo del descenso. Este sistema usa un sensor láser que mide la distancia y el ángulo de los objetos cercanos, y un software que calcula el mejor lugar para aterrizar.
Sin embargo, las cosas no salieron según lo planeado. Cuando SLIM estaba a 50 m de altura, uno de sus dos motores principales dejó de funcionar. Esto hizo que la nave espacial se desviara de su trayectoria y aterrizara en una zona diferente a la esperada. Como resultado, no pudo generar energía con sus paneles solares y tuvo que ser apagada desde la Tierra.
A pesar de este contratiempo, SLIM logró aterrizar en la Luna con una precisión de unos 10 metros o menos, lo que es un gran avance para la exploración lunar. Además, envió a la Tierra todos los datos e imágenes que recogió durante el descenso y el aterrizaje, que serán muy útiles para mejorar la tecnología de aterrizaje preciso en el futuro.
Acompañantes lunares
SLIM también llevaba dos pequeñas sondas, llamadas LEV-1 y LEV-2, que se separaron de la nave espacial justo antes del aterrizaje. Estas sondas tenían como objetivo estudiar la superficie lunar con una cámara espectroscópica multibanda (MBC). La cual puede capturar imágenes en diferentes longitudes de onda, lo que permitía analizar la composición y las propiedades de los materiales lunares.
Según los datos de telemetría, después del despliegue desde SLIM, LEV-1 ejecutó movimientos de salto planificados y comunicación directa con estaciones terrestres, incluida la transmisión de datos de ondas de radio de prueba entre robots desde el Robot Lunar Transformable (LEV-2, apodado "SORA-Q").
Actualmente, LEV-1 ha completado su período operativo planificado en la superficie lunar, ha agotado su potencia designada y se encuentra en estado de espera en la superficie lunar. Si bien la capacidad de reanudar la actividad depende de la generación de energía solar a partir de cambios en la dirección del Sol, se mantendrán los esfuerzos para continuar recibiendo señales.
LEV-1 y LEV-2 se han convertido en los primeros robots de exploración lunar de Japón. Además, el pequeño LEV-1, con una masa de 2,1 kg, logró una comunicación directa exitosa con la Tierra desde la Luna. Este se considera el caso más pequeño y ligero del mundo de transmisión directa de datos desde más de 380,000 kilómetros de distancia.
Perspectivas a futuro
Además, el logro de los movimientos de salto del LEV-1 en la superficie lunar, la comunicación entre robots entre LEV-1 y LEV-2 y las operaciones totalmente autónomas representan un logro innovador. Se consideraría una valiosa demostración tecnológica para futuras exploraciones lunares, y el conocimiento y la experiencia adquiridos se aplicarán en próximas misiones.
Además, la transmisión de ondas de radio en la banda UHF desde LEV-1 como parte de los esfuerzos de divulgación ha fomentado la participación de operadores de radioaficionados en todo el mundo, y hemos estado recibiendo informes de recepciones de señales exitosas.
Actualmente, JAXA está investigando la causa de la falla del motor principal de SLIM, que pudo haber sido provocada por algún factor externo, como el polvo lunar, la radiación o el impacto de algún micrometeorito. Esperamos que pronto se aclare lo que ocurrió y se puedan tomar medidas para evitar que se repita en el futuro.