Inundaciones repentinas y granizadas causan estragos en Madrid, España
Inundación por lluvias repentina y una tormenta de granizo causaron graves daños materiales, particularmente en el municipio madrileño de Arganda del Rey el pasado 26 de agosto.
La noche del pasado lunes 26 de agosto se presentó torrencial tormenta acompañada de granizo que afectó gran cantidad de locales comerciales en el municipio de Arganda del Rey. El mercado de Arganda fue uno de los más afectados, pues la fuerte precipitación afectó de tal forma al interior que sus pasillos quedaron cubiertos por una gran capa de granizo. La Agencia Española de Meteorología (AEMet) hasta las 20:00 horas de ese día, tenía un registro acumulado de precipitación de 46.4 milímetros, mientras en la zona universitaria de la capital 31.1 milímetros y en Retiro 23.9 milímetros de lluvia.
En la ciudad de Madrid hubo varias calles cerradas y se interrumpió el servicio de metro entre las estaciones de Pirámides y Urgel de la línea cinco. Se informó también sobre la interrupción que afectó de la línea nueve del metropolitano; mientras tanto, el equipo de bomberos de la provincia de Toledo se tuvo que desplazar a los municipios de Seseña y Borox para buscar desalojar el agua acumulada.
A través de un reporte de la policía de Borox se informó que el arroyo que transita por la localidad se desbordó, inundando viviendas, dañando vehículos, con lo cual se tuvieron que suspender las fiestas patronales. Fue de tal magnitud la tormenta acompañada de granizo que la AEMet logró contabilizar hasta 9 mil rayos.
El Alcalde de Arganda del Rey, Pedro Guillermo Hita informó en entrevista el pasado martes 27 de agosto que la situación se encontraba de forma estable y que las vías de comunicación ya se encontraban abiertas nuevamente.
Autoridades solicitaron extremar precaución ante la eventualidad
Protección Civil solicitó a la población extremar precaución por el fenómeno meteorológico también conocido como “DANA”, que se esperaba entre el lunes 26 y miércoles 28 de agosto cruzara todo el territorio español, poniendo sobre aviso y alerta a casi cincuenta provincias y con esto la posibilidad de que se recrudecieran los deslizamientos de terreno, así como los encharcamientos, inundaciones repentinas, y la posible reducción en la visibilidad.
Informes meteorológicos citaron que el evento atmosférico dejó una muy fuerte tormenta acompañada de gran cantidad de granizo en distintos sitios alrededor de España, sobre todo en Madrid, Castilla–La Mancha y Castilla y León, situación que desencadenó en inundaciones, daños materiales sobre todo en plantas bajas de casa habitación y centros comerciales y cortes a la circulación de vehículos.