Inundaciones catastróficas: más de 5000 desaparecidos y 400 muertos en la República Democrática del Congo
Las lluvias extraordinarias en el país africano, han dejado más de cinco mil las personas desaparecidas y al menos 400 fallecidos. Rescatistas trabajan arduamente para encontrar cuerpos y rescatar heridos.
Las autoridades locales dijeron que durante el 9 de mayo, las inundaciones desastrosas dejaron más de 5500 personas desaparecidas y al menos 400 muertos. Y las cifras podrían incluso aumentar, ya que el acceso a la región es difícil por ser una zona montañosa, lo que dificulta las labores de rescate. Los bomberos tienen que amontonar los cuerpos por falta de espacio.
Los pueblos más afectados por los deslizamientos de tierra y las inundaciones repentinas fueron los de Bushushu y Nyamukubi, en el territorio de Kalehe, en la provincia de Kivu del Sur. Nene Bintu Iragi, vicepresidenta de la sociedad civil de esta provincia, advierte que los sobrevivientes necesitan asistencia inmediata. “La situación es catastrófica. La población está traumatizada, familias enteras han sido diezmadas”, dijo.
En estas regiones, las aguas arrastraron casas, edificios, escuelas, mercados, una iglesia y una mezquita. Iragi también dijo que esta es la tercera vez en diez años que la misma región se ve afectada por una tragedia como esta. Según información local, el hospital de Kalehe está superpoblado, lleno de heridos, muchos de ellos de gravedad.
El siguiente video muestra todo el caos y la destrucción que quedan en la región de Bushushu:
Los equipos de rescate abrieron fosas comunes durante el fin de semana para colocar a los muertos, muchos de los cuales eran mujeres y niños, lo que provocó quejas de parte de la población, que dijo que los entierros eran indignos para sus familiares. Sin embargo, a pesar de las dificultades, la Cruz Roja local está ayudando a enterrar los cuerpos que van encontrando y los médicos están haciendo lo que pueden para ayudar a los heridos.
Los voluntarios de la Cruz Roja también advirtieron sobre la falta de suministros y equipos para atender a los residentes afectados. Una delegación del gobierno llegó a la región el lunes 8 de mayo, llevando medicamentos, alimentos, lonas impermeables y tiendas de campaña para los sobrevivientes. Muchos están siendo resguardados en casas de familiares o en edificios públicos, generando hacinamiento.
El Gobierno nacional declaró duelo por la que es considerada una de las peores tragedias naturales de la historia reciente del país y envió una misión de apoyo al ejecutivo regional. Las autoridades locales atribuyeron esta tragedia al cambio climático, pero también a la ocupación de terrenos con alto riesgo de inundación, tanto para la construcción de viviendas como para la agricultura.