Otoño meteorológico: la llegada de sistemas frontales es cada vez más frecuentes en México
Al iniciar el mes de septiembre arranca el otoño meteorológico. En esta estación, habitualmente en gran parte de México el valor de la temperatura tiende a refrescarse; así como también van aumentando los acumulados de precipitación principalmente en regiones tropicales.
De acuerdo con la climatología de México, los meses más lluviosos son agosto, septiembre y parte de octubre. Esto es gracias a la temporada ciclónica que se mantiene presente y más activa durante estos meses.
También tenemos la presencia de sistemas frontales y sus masas de aire asociadas, son más recurrentes. Estos inestabilizan la atmósfera, provocado un aumento considerable en la velocidad del viento de manera local. Basta recordar el denominado Tehuantepecano que se registra en en el Istmo y Golfo de Tehuantepec en el estado de Oaxaca, o los eventos de Norte a lo largo del Golfo de México y Oriente de país.
Por otro lado, con la llegada frentes fríos y las masas de aire frías que los impulsan sobre el Norte de la República Mexicana, también favorecen un incremento principalmente e las rachas de viento, siendo estas más intensas y duraderas. Así mismo, la temperatura mínima registra valores fríos a muy fríos, esta condición empieza a ser más evidente durante el mes de octubre.
Tolvaneras y riesgos de accidentes durante el otoño
Precisamente, con el desplazamiento de este tipo de fenómenos meteorológicos, ocurre un peligroso riesgo para quienes transitan por carreteras, las tolvaneras.
Además también, debemos encender nuestras luces, así como también las de emergencia (intermitentes), para asegurarnos que tanto lo vehículos que se desplazan en contrasentido, y los que pudieran alcanzarnos posteriormente, puedan observarnos con la suficiente anticipación.
En septiembre, va disminuyendo el valor de la temperatura
Durante el mes en curso, el valor de las temperaturas va disminuyendo en nuestra latitud, y es que se va modificando la posición que ocupamos respecto al Sol, precisamente por el grado de inclinación que nuestro planeta ocupa respecto a la gran estrella solar.
Este descenso térmico se debe, a que gradualmente va disminuyendo la cantidad de horas luz que inciden en nuestra región, llegando a alcanzar casi la misma cantidad de horas de día y de noche al ocurrir el otoño astronómico, de ahí el nombre de equinoccio de otoño.