Impactos en la calidad del aire por la presencia del Coronavirus
En las últimas semanas, tras la noticia de aparición del nuevo brote de Coronavirus (COVID-19) a nivel mundial, los esfuerzos por mantenerse en cuarentena y tomar precauciones han generado efectos positivos en la calidad de aire.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM/WMO, por sus siglas en inglés), los recortes en las emisiones de gases contaminantes como resultado de la crisis económica provocada por el COVID-19, no son un factor a considerar como 'acción climática'. Sin embargo, hay que destacar que los esfuerzos para controlar la pandemia han conducido a mejoras localizadas en la calidad del aire.
Un análisis realizado por Carbon Brief, compañía británica dedicada a la comprensión de los efectos del cambio climático, señala que, el bloqueo y la reducción de la actividad económica en China por los brotes del Coronavirus, condujeron a una reducción estimada del 25% en las emisiones de dióxido de carbono (CO2), durante aproximadamente un mes.
Mejoras notables en la calidad del aire
El dióxido de nitrógeno (NO2), es un compuesto gaseoso que se puede localizar en el aire cuando se queman combustibles fósiles, en su reacción con la luz UV del Sol es un precursor del ozono troposférico (O3), haciéndolo un gas sumamente perjudicial para la salud humana y de los ecosistemas.
Este gas permanece en la atmósfera menos de un día, antes de depositarse o reaccionar con otros gases. Por lo tanto, los efectos de las reducciones de emisiones son visibles poco después de que hayan tenido lugar.
Actualmente, observaciones realizadas por el Servicio de Monitoreo Atmosférico Copérnico, han demostrado que los niveles de NO2 se reducen significativamente tras el cierre del mercado en China. Por otro lado, en Italia, la reducción gradual del mismo gas contaminante es de hasta el 10% por semana, durante los últimos 40 días.
Cómo se ha destacado en uno de los informes de la OMM, los reportes de CO2 en las principales estaciones de observación, han sido en lo que van del año 2020 más altos que el año pasado 2019, considerando estas mismas fechas. Esto es debido a que, el CO2 puede permanecer en la atmósfera y océanos durante siglos.
Alrededor de la mitad de las emisiones totales de CO2, son absorbidas por los océanos, bosques y vegetación, un claro indicativo de que debemos resguardar nuestros ecosistemas. Lo que significa, que continuamos comprometidos en contrarrestar los efectos nocivos y continuos del cambio climático, independientemente de cualquier caída temporal en las emisiones, debido a la pandemia de Coronavirus.
Es importante continuar con el cuidado de nuestra atmósfera
Un estudio en Nature Climate Change, obtuvo indicativos de cómo la crisis financiera mundial de 2008-2009, años en los que surgió la epidemia de diferentes tipos de Influenza alrededor del mundo, posteriormente, hubo un fuerte crecimiento de las emisiones de gases contaminantes por parte de las economías emergentes, además, de un aumento significativo del uso de combustibles fósiles dentro de la economía mundial.
El reporte de la OMM del 2018, muestran fracciones molares de gases de efecto invernadero alcanzando niveles máximos, como las fracciones molares promediadas a nivel mundial de CO2 a 407.8 ± 0.1 partes por millón (ppm), metano (CH4) a 1869 ± 2 partes por billón (ppb) y óxido nitroso (N2O) a 331.1 ± 0.1 ppb. Estos datos preliminares permitieron tener indicadores donde las concentraciones de gases de contaminantes continuaron aumentando hasta 2019.