¿Cuántas desalinizadoras hay en México y dónde están?

En México la mayoría de las plantas de este tipo se enfocan al abasto de agua potable en desarrollos turísticos, pequeñas comunidades, así como para agricultura de exportación.

El proceso de desalinización, implica altos costos económicos, así como un potencial riesgo ambiental

El acceso al agua para consumo humano, cada día se va reduciendo más. Durante estos últimos meses, hemos ido experimentando la cada vez menor disponibilidad de agua en varias entidades federativas.

Dicho de otra forma, se está viviendo estrés hídrico, pues la demanda del vital líquido se va incrementando, mientras la disponibilidad se reduce. Entre la sociedad, pero principalmente entre científicos investigadores han surgido diversas cuestionamientos.

En este sentido, hay dudas como: ¿qué pasará cuando nuestras ciudades lleguen al denominado día cero?, ¿acaso vamos realmente en ese rumbo?, ¿hay algo que podamos hacer?, y en dado caso ¿de dónde se obtendrá el agua?

Alrededor del mundo, ya se están implementando tecnologías para tener acceso a agua “limpia”. Una de las principales fuentes de abasto proviene del océano. Y aunque el agua de los océanos, sabemos que es salada, hay una serie de temas que deben ser revisados.

La salmuera implica un severo riesgo para el ecosistema marino.

¿Podría la desalinización ser la solución a la falta de agua?

Y es que, no solamente es la sal, sino también diversos materiales disueltos, gases atmosféricos e incluso organismos microscópicos. Al proceso de retirar la sal del agua, se le denomina “desalar” o “desalinizar”, y consultando con la Real Academia de la Lengua Española, ambas consideraciones son correctas.

Existen tres tipos de métodos para realizarla:

  1. Sistemas térmicos (destilación térmica, destilación solar, etc.),
  2. Sistemas de membrana (ósmosis inversa, electrodiálisis),
  3. Otros (congelación, energía nuclear)

Conforme a la información generada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se dice que alrededor de la República Mexicana operan actualmente 15 plantas desaladoras, la mayoría de ellas de particulares y enfocadas a abastecer del vital líquido para procesos industriales o agrícolas.


En cuanto a las entidades federativas en las cuales se ha explorado la opción de abastecer de agua a la población, ubicamos a Quintana Roo y a Baja California en los primeros lugares. En contexto, México se ha caracterizado por la escasez del recurso en gran parte del país.

Desarrollos turísticos

En su oportunidad, el director general de la Conagua, explicó frente a la Mesa Directiva del Senado de la República en el año 2022, que la desalinización del agua de mar es una alternativa para enfrentar la escasez hídrica en la República Mexicana. Este proceso, conlleva la eliminación de sales minerales disueltas.

Esta técnica, conlleva múltiples obstáculos, de acuerdo a la autoridad federal. El primero, explicó está relacionado con la obtención y costos. “Estos proyectos, requieren una alta demanda energética para su obtención, elevados costos de operación y mantenimiento, así como una adecuada disposición de la generación de aguas de rechazo (salmuera)”.

Para agricultura de exportación

En nuestro país, explicó, la mayoría de las plantas de este tipo se enfocan al abasto de agua potable en desarrollos turísticos, pequeñas comunidades, así como para agricultura de exportación. Mientras que, el éxito en la instalación de este tipo de tecnologías avanzadas, depende de que sean auto sostenibles económicamente.

En este mismo sentido, los organismos operadores y las autoridades municipales deberán cubrir esos altos costos, para llevar a cabo la operación. Además, aunque sí es una opción viable, es fundamental realizar varios estudios y análisis, con la intención de que los procesos sean sostenidos a largo plazo.

México es un país con limitado acceso al agua

La República Mexicana, es una nación que se caracteriza por la escasez del vital líquido en buena parte de la nación, particularmente en gran parte del Centro y Norte, por lo que, refirió, es fundamental acelerar el estudio de las diversas alternativas de abastecimiento a la población, como la desalinización del agua de mar.

La fabricación de grandes plantas de este tipo implica una alta inversión. Así mismo, requiere una alta demanda energética, asociada al proceso de desalinización, las cuales, en su mayoría, provienen de fuentes no renovables, contribuyendo a incrementar el ya de por sí preocupante problema del cambio climático.

Importante cantidad de residuos

Además, también se debe considerar que implica la generación de residuos que se generan en su proceso. Se dice que, cada 378 litros de agua de mar, producen alrededor de 189 litros de agua potable, así como otros 189 de salmuera, la cual, contiene casi el doble de la concentración de sal, respecto al agua de mar.

El devolver la salmuera al mar, implica un serio problema de estabilidad salina, provocando severas consecuencias en ecosistemas marinos y costeros. Ante ello , el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, ha advertido que el incrementar la demanda de desalinización, podría intensificar los problemas ambientales, si no se implementan tecnologías eficientes y uso de energías renovables.