Por qué nuestro país se llama México: origen y significado

La palabra México proviene del náhuatl “Mēxihco”. Se compone de tres voces: Mestli (Luna), Xictli (ombligo) y Co (indicativo del lugar); por esta razón se traduce como Ombligo de la Luna.

'Ombligo de la Luna' es la traducción de la palabra México, es muestra de cómo la civilización mexicana tenía una gran relación con el cosmos.


La palabra México proviene del náhuatl Mēxihco, que significa el ombligo de la luna, según informa la página oficial de la Secretaría de Relaciones Exteriores, pero el nombre oficial es Estados Unidos Mexicanos.

México es un país situado en la parte meridional de América del Norte, y colinda al norte con Estados Unidos, al sureste con Belice y Guatemala, al oriente con el Golfo de México y el Mar Caribe, y al poniente con el Océano Pacífico. Es el décimo cuarto país más extenso del mundo, con una superficie cercana a los 2 millones de kilómetros cuadrados.

Es el undécimo país más poblado del mundo, con una población de más de 126 millones de habitantes. La lengua materna es el español, que convive junto con 67 lenguas indígenas.

La economía mexicana se ubica en el número 15 por volumen de PIB. Su deuda pública en 2022 fue de 752.111 millones de euros, con una deuda del 54,07 por ciento del PIB.

México-Tenochtitlan fue la ciudad capital de la civilización mexicana, quienes, a través de la triple alianza, conformada junto con Texcoco y Tacuba, dominaban los territorios contiguos en la región de Mesoamérica.

Ciudad de México capital del país
Ciudad de México capital del país

La cultura mexicana es fruto de un complejo proceso de sincretismo. Sus influencias combinan la tradición española católica, las religiones y creencias indígenas precolombinas y los aportes culturales africanos que llegaron al continente como parte del sistema transatlántico de tráfico de esclavos durante la conquista española, según recopila el sitio de enciclopedia de humanidades.

Se estima que más de 23 millones de personas en México se identifican como parte de los pueblos originarios que vivían en la región antes de la conquista española, lo que representa el 19 por ciento de la población total.

Desde la promulgación de la nación como un Estado multiétnico en la Constitución de 1917, promulgada el 5 de febrero y la protección sucesiva de muchas de las culturas autóctonas, México considera como lenguas nacionales tanto al español como a 65 lenguas indígenas, entre las cuales predomina por número de hablantes el náhuatl y el maya yucateco, se estima que son casi 2 millones de personas.

Los símbolos patrióticos de México son:

La bandera de México. Tiene tres franjas verticales de color verde, blanco y rojo, y en el centro, en el blanco se encuentra el escudo de armas mexicano, un águila posada en un nopal devorando a una serpiente. Su versión actual fue adoptada en 1968.

El himno nacional mexicano. Fue escrito por Francisco González Bocanegra y la música fue compuesta por Jaime Nunó. Fue adoptado como himno nacional en 1943. El cual fue tocado por primera vez en 1854 y tenía alrededor de diez estrofas, aunque para el uso se redujo a cuatro y es el que todos nos aprendemos en la primaria o en el coro de la escuela.

El escudo de México. Fue creado en 1968. Está en la bandera mexicana, en la franja blanca central. Tiene un águila devorando una serpiente sobre un nopal.

Por cierto, este 5 de febrero es el aniversario de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. Fue Venustiano Carranza quien convocó a un congreso constituyente en 1916, con el fin de crear una nueva Carta Magna y materializar los ideales de la Revolución Mexicana.

Fue hasta el 5 de febrero de 1917, cuando se promulgó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el Teatro Iturbide de Querétaro

La Constitución de 1917 fortaleció nuestro sistema político y garantiza los derechos sociales de las personas al incluir, por primera vez en el mundo, garantías sociales a una constitución, rompiendo los paradigmas liberales de que las constituciones sólo debían integrarse por garantías del individuo y parte orgánica. , lo que le otorgó el reconocimiento de “la primera Constitución social del Siglo XX”.