Grandes nevadas en México: enero de 1967 cuando la mitad del país se cubrió de nieve
En la memoria de las personas está el invierno de 1967, cuando un evento extremo de frío húmedo cubrió a México, ocasionando nevadas en la mitad del territorio nacional.
Estadísticamente, los inviernos con el fenómeno de El Niño es común que se presenten más periodos de bajas temperaturas y lluvias, aumentando la probabilidad de nevadas extensas e intensas. En contraste, con La Niña, suelen ser más secos y extremosos, generándose periodos fríos y calurosos.
Cuando no está presente alguno de estos dos, se le conoce como una fase neutra, en la que cualquier situación meteorológica puede presentarse en mayor o menor intensidad. Así sucedió en enero de 1967 con una importante nevada que pintó por varios días la mitad centro-norte del país.
Factores meteorológicos a escala global
La década de los 60’s estuvo dominada por 2 fases de El Niño, una de 1963 a 1966, pero intercalado con breves fases neutras y de La Niña, siendo el resto de la década periodos neutros. Por su parte, la Oscilación Ártica (AO), tuvo en diciembre de 1966 fase negativa dominante de hasta -5 unidades.
Desde finales de la primavera del 66, un El Niño fuerte finalizó comenzando una fase neutral prolongada hasta el invierno del 68. Así pues, podemos decir que durante el invierno de 1966-1967, estuvimos bajo un ENSO Neutral y una oscilación ártica negativa.
Por un lado, podríamos pensar que El Niño favoreció el evento extremo de enero de 1967 pero, en términos reales, esto podría ser incluso igual o más factible en eventos neutros donde “cualquier” situación meteorológica puede ocurrir: frío, calor, lluvias, sequía o nevadas extremas.
La gran nevada de enero de 1967
Aunque ya pasaron 57 años, las personas siguen recordando con maravilla en varias entidades mexicanas, la fuerte nevada que se suscitó durante la segunda semana de enero de ese año, cuando interactuaron varios sistemas invernales de forma “perfecta” para generar condiciones invernales extremas.
Preámbulo del evento
Una corriente en chorro muy ondulante dominó desde la segunda quincena de diciembre de 1966, permitiendo varios ingresos de masas polares a nuestro país, situación acorde con la fase negativa de la AO, indicando una mayor presión sobre la región ártica que debilita dicha corriente, ondulándola.
El índice de la AO alcanzó un mínimo de -4.15 el 13 de diciembre, persistiendo de forma negativa el resto del mes y continuando en la primera quincena de enero de 1967. Esto fue suficiente pero que la corriente en chorro mantuviera su oscilación y permitiendo más aire frío fluyendo hacia Canadá, Estados Unidos y México.
Tiempo invernal del 8 al 13 de enero de 1967
Al iniciar enero, una pequeña Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) se encontraba sobre el noroeste, generando lluvias y nevadas aisladas en esa región del territorio. Lo relevante comenzó hacia el día 6, cuando el chorro se onduló en Estados Unidos, detonando una potente tormenta invernal ingresando aire polar.
En superficie, el día 7 este aire se fortaleció sobre las Rocallosas recibiendo un apoyo ártico a través de Canadá y comenzando a ingresar sobre estados del noreste mexicano. Sobre niveles medios-altos, el chorro seguía ondulándose para alcanzar estados desde Baja California hasta Coahuila.
Una DANA, clave importante de la nevada
Durante el domingo 8, comenzaba la formación de una DANA entre Sonora y Chihuahua, cerrando su circulación en la región del Mar de Cortés, moviéndose hacia Chihuahua y Durango el lunes 9, pero siendo empujada nuevamente entre Baja California y Sinaloa el martes 10.
La DANA se quedaría estacionada los días 11 y 12 en Baja California Sur, cuya circulación en contra de las manecillas del reloj en la zona por varios días, activó de forma significativa a la corriente en chorro que transportó grandes cantidades de lluvia al occidente, noreste, centro, sur y sureste, cuando se encontró con un frente frío.
Interacción de sistemas llegando a su máxima intensidad
También en este periodo, la DANA en el noroeste, el frente frío recorriendo de norte a centro y su potente masa de aire polar-ártico con una alta presión fría superior a 1050 mb en la zona de Utah, EEUU y de casi 1045 mb entre Chihuahua y Coahuila se desbordó hasta el Valle de México.
El día 8, las nevadas comenzaron entre Durango y Coahuila, extendiéndose a Chihuahua el 9, cuando la corriente se activaba y las lluvias ingresaban en el occidente y el Bajío por la madrugada y cubriendo con nieve durante este día a Zacatecas, Aguascalientes, el norte-sur de Coahuila, gran parte de Nuevo León, occidente de Tamaulipas y norte de San Luis Potosí.
Durante el martes 10, la corriente seguía aportando lluvias, mientras la masa polar-ártica extendió las nevadas sobre Durango, Chihuahua, Durango, Zacatecas, Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro e Hidalgo con temperaturas de hasta -10 °C al norte y -2 °C en el Bajío.
Por la madrugada del miércoles 11, la temperatura estuvo por debajo de los 0 °C en el Valle de México, propiciando que la nieve se presentará en el Estado de México y Ciudad de México, además de Puebla, Tlaxcala y continuando hacia el Bajío y desde San Luis Potosí hasta Chihuahua. En estados del norte se reportaron espesores desde 50 cm hasta 1 metro.