Francia le tiene que entregar tres vacas a España cada año por un acuerdo ancestral que se sigue cumpliendo
El Tratado de las Tres Vacas obliga a Francia a entregarlas a España a cada año. Es el tratado más antiguo de Europa y se sigue cumpliendo cada año en el límite entre ambos países en un punto de los Pirineos.
En el mundo en el que vivimos los países se han ido organizando y estableciendo relaciones de manera constante. Hoy existen grandes acuerdos que grupos de países llevan adelante por cuestiones desde administrativas, económicas, hasta estratégicas. Tal vez la Unión Europea es uno de los grandes acuerdos entre países que conforman nuestra actualidad. Pero debajo de estos grandes acuerdos, hay otros más modestos pero llenos de historia que son una voz del pasado.
Uno de los acuerdos vigentes más antiguos es uno que todavía se mantiene entre Francia y España. De hecho Huffpost señala que es el tratado más antiguo de Europa. Por ello, desde que está en vigencia legal España ha aumentado su patrimonio en un total de 1938 vacas. Pero ese número seguramente es mayor porque las cosas vienen de antes. Veamos desde dónde viene la historia y de qué se trata.
Concretamente, por este tratado, Francia le tiene que entregar cada año 3 vacas a España. Y que no es algo que ocurra desde ayer. El intercambio ocurre cada 13 de julio en un evento que une a los dos países, en dos valles vecinos. Al norte el valle de Baretous en Francia, y al sur Roncal en España. En un lugar concreto, cada año para esa fecha los franceses llegan con tres vacas para pagar el tributo.
Las voces del pasado
La sentencia legal de este acuerdo data de plena edad Media, ya que es del año 1375. Pero los historiadores saben que para ese entonces este tributo se venía pagando desde hacía bastante tiempo. Al menos unos 1200 años antes. Todo se remonta al año 125 de nuestra era, cuando hubo una disputa, no muy grande, en los Pirineos. Esa disputa se debió a la invasión de los cimbros y baretonenses a la región. Luego de los hechos, los del norte acordaron pagar este canon como resarcimiento por lo que había pasado.
Eran tiempos del imperio romano, pero algunos pueblos de origen teutónico, como los cimbros, habían incursionado hacia el sur, incluso llegando a la península ibérica, donde se encontraron con la resistencia de los pueblos locales de origen celtibéricos. Los del norte llegaron en algún momento previo a estos hechos, a tener una organización tal como para ganarle algunas batallas a los romanos.
Hoy las cosas son más distendidas, y los hechos son parte de la tradición, y el evento del 13 de julio es un atractivo turístico de la zona, y en 2011 fue declarado Bien de Interés Cultural Inmaterial por el gobierno de Navarra. El nombre del intercambio tiene el nombre obvio, es el Tratado de las tres vacas. Hay pueblos que mantienen estas tradiciones más allá del paso del tiempo.
El encuentro de dos pueblos
Desde que el acuerdo fue expresado legalmente en 1375 han pasado 648 años, y al menos se lo ha respetado en 448 veces, tal como lo indica La Razón. En el siglo XVII produjeron problemas en la región que pusieron en riesgo su continuidad, y luego incidentes menores o eventos bélicos de mayor envergadura en la zona evitaron que durante algunos años no se concretara. Aún así, los pobladores lo recordaban cada temporada.
La cita se da en un punto denominado Piedra de San Martin, que es donde se ha pactado que se realice el intercambio. El momento excede el hecho administrativo, ya que congrega a una multitud de personas que se acercan desde ambos lados de los Pirineos. Es un momento de confraternidad, de recordar las historias, revivir las costumbres, y claro, intercambiar las vacas.
Los historiadores aclaran que aunque tradicionalmente se lo conoce como un tributo, no es tal por no existir vasallaje, sino que se trata de un acuerdo entre iguales, un contrato sinalagmático, como también aclara La Razón.
Y hay un guion que seguir: los representantes de Roncal, llegan con atuendo tradicional, sombrero roncalés, capote negro, valona y calzón corto, y lo franceses de Baretous, con traje de domingo y con la banda tricolor francesa cruzada al pecho.
La reunión en sobre el mojón 262, ya que la piedra original de San Martín desapareció en 1858. Cada grupo se mantiene en su territorio, a 1721 metros sobre el nivel del mar. El alcalde de Isaba, pregunta por tres veces a los baretoneses si están dispuestos, como en años anteriores, a pagar el Tributo de las Tres Vacas de dos años, del mismo pelaje y cornaje, y sin tacha ni lesión alguna. Los preguntados responden que sí en tres ocasiones.