Estamos en la recta final de las festividades de fin de año, pero aquí te decimos como las desveladas pueden afectarte
Los procesos internos de tu cuerpo también sufren por la falta de sueño. Mientras duermes, tu cuerpo es muy activo en los diversos procesos restauradores esenciales para la salud física y mental.
Hay un sin fin de razones que nos provocan dormir mal, algunas de las cuales están bajo tu control como, por ejemplo, el exceso de compromisos y fiestas que conllevan las celebraciones de fin de año. Pero también existen otros factores que influyen en el sueño además de la ingesta excesiva de alcohol y las trasnochadas.
Por ejemplo, desde los acontecimientos estresantes de nuestra vida cotidiana, hasta los problemas relacionados con la salud que dificultan conciliar el sueño o bien, permanecer dormidos.
El término del año, el corte de caja que hacemos que en algunas ocasiones nos podría poner tristes al reflexionar las pérdidas que hemos tenido o la incertidumbre ante lo que nos depara el próximo año, también nos puede quitar el sueño. Independientemente de la razón, recuperar el sueño es crucial para el bienestar mental, para la productividad diurna, la calidad de vida y la salud en general.
Por ejemplo, tal vez hayas notado cómo una noche de mal sueño puede arruinar tu entrenamiento deportivo al día siguiente o tu productividad en el trabajo o en la escuela.
El neurólogo que se especializa en medicina del sueño en el Hospital Houston Methodist, Randall Wright, explica que él divide la salud en cuatro categorías principales: cómo comemos, cómo nos movemos, cómo interactuamos socialmente y cómo dormimos, dice que si alguno de estos aspectos está alterado, las otras categorías sufren también.
El sueño más que un lujo, es una necesidad, no tener suficiente sueño de calidad afecta absolutamente todo. La falta de descanso a la hora del sueño puede provocar alteraciones en:
Estado de ánimo
La irritabilidad, la sensación de estrés, la falta de paciencia o atención, son las formas más obvias en que una noche de mal sueño puede afectar tu estado de ánimo al día siguiente. Pero el Dr. Wright señala que las consecuencias pueden ser más serias.
Si la falta de sueño se convierte en privación del sueño, puede alterar el equilibrio de los neurotransmisores y las hormonas que respaldan el bienestar general, lo que provoca inestabilidad del estado de ánimo, inflexibilidad mental y emociones negativas.
Rendimiento físico
Si bien la rutina de ejercicios debe ser retadora físicamente, hay veces que al entrenar las personas están literalmente luchando más de lo normal para lograr su rutina. ¿Por qué? No descansar bien por la noche podría ser el culpable.
Dado que el sueño es crucial para la recuperación y reparación muscular, cantidades inadecuadas pueden evitar que tu cuerpo se recupere con la misma eficacia o rapidez después del ejercicio, lo que lleva a entrenamientos lentos e incluso a un mayor riesgo de lesiones en ciertos casos.
Toma de decisiones
La falta de sueño conduce a la disfunción del lóbulo frontal, que puede afectar negativamente el control de los impulsos y la restricción mental, explica el Dr. Wright. Cuando la toma de decisiones se torna mala, tendemos a actuar precipitadamente y hacer cosas por impulsividad que no son apropiadas.
La falta de sueño también puede provocar sesgos cognitivos, como patrones de pensamiento negativos y rumiación, que pueden exacerbar los sentimientos de tristeza, ansiedad e irritabilidad.
Sistema inmunológico
Los procesos internos de tu cuerpo también sufren de falta de sue��o. Mientras duermes, tu cuerpo es muy activo en los diversos procesos restauradores esenciales para la salud física y mental. Por ejemplo, dormir lo suficiente promueve un sistema inmunológico saludable, lo que ayuda al cuerpo a controlar la inflamación de manera más efectiva y protegerse de los gérmenes dañinos.
Cada vez más estudios muestran que la privación crónica del sueño contribuye a la inflamación crónica, advierte el especialista.
Regulación del azúcar en sangre
Es fundamental que tu cuerpo regule los niveles de azúcar en la sangre a lo largo del día. Esto asegura que las células tengan la energía necesaria para realizar tareas importantes, pero también mantiene el exceso de azúcar (glucosa) fuera del torrente sanguíneo, por lo que no puede dañar los vasos sanguíneos y los órganos.
La regulación del azúcar en la sangre sigue siendo importante mientras duermes. De hecho, es un momento en el que el cuerpo se vuelve más sensible a la insulina, la hormona responsable de transportar la glucosa a las células para obtener energía o almacenarla. La falta de sueño puede interrumpir el proceso.
Qué hacer cuando la falta de sueño te está afectando
Por el bien de la salud en general, es importante corregir la falta de sueño. Los consejos del especialista en sueño del Hospital Houston Methodist para priorizar una buena higiene del sueño incluyen:
- Dormir de siete a nueve horas todas las noches
- Mantener un horario regular de sueño, incluso cuando tenga tiempo libre
- Evitar actividades estimulantes, como mirar el teléfono antes de acostarse
- Crear un ambiente para dormir que sea fresco, oscuro, silencioso y libre de distracciones
- Seguir una rutina de relajación que te ayude a calmarte antes de acostarte
Si has probado los consejos anteriores y aún no duermes bien de manera constante o además presentas otros problemas a la hora de dormir es momento de consultar con tu médico.