El Mar Ártico se congela más rápido de lo normal: aumenta hielo y nieve en el hemisferio norte
La extensión del hielo marino ártico se ha incrementado rápido, mientras las nevadas y el hielo en varios países se incrementan, a pesar de ser “el año más caluroso de la historia”.
Tras otro año en que el hielo marino ártico no desapareció en verano, como se ha hecho creer a la gente desde hace varias décadas, incluso ahora mencionan que puede darse hasta el 2055; y así seguirán extendiendo el periodo al ver que no ocurre.
Este año es una prueba clara de la variabilidad climática, cuando se ha registrado “el año más caluroso de la historia” aun así, el frío, nieve y hielo sigue presente, incluso de una forma más relevante. Aquí podrán conocer más información del comportamiento actual.
Algunos datos del hemisferio norte: hielo, nieve y frío
Hasta el 5 de noviembre de 2023, la extensión del hielo marino abarca 8.8 millones de km2, 1.2 millones de km2 por debajo de la media 1981-2010 y 200 mil kilómetros km2 por arriba del periodo 2011-2020.
El valor actual indica mayor cantidad de hielo en los años 2016-2021, 2012 y 2007, siendo 2016 cuando se tuvo el mínimo para la misma fecha, registrándose 7,547 millones de km2; asimismo, 2009 a 2011 están muy cerca de igual la cantidad de hielo vigente.
De esta forma, ¿verdad que no se lee catastrófico o como si fuera el fin del mundo sin hielo?
Año con año seguirá variando la cantidad de hielo, asociado a los grandes sistemas océano-atmosféricos cuya teleconexión aún nos falta mucho por comprender su funcionamiento y posible comportamiento. Es importante recordar que desde hace milenios, el planeta se ha calentado y enfriado por varios motivos.
Climatología vs actualidad
La época “calurosa” del ártico, en promedio de junio a septiembre, normalmente la temperatura media es de 1 a 2 °C y este 2023 se tuvo de 0 a 1 °C, ligeramente más frío de lo normal, asociado a bajas presiones (ciclones polares) que favorecieron días fríos, nublados y con nevadas. Sin embargo, el otoño inició menos frío.
A mediados de octubre, los valores térmicos se normalizaron por completo y momentáneamente, llegando a -18°C que apoyó al rápido incremento de la extensión del hielo, pero a finales de mes se incrementó hasta -12 °C, casi 10 °C por arriba de lo normal, desacelerando la cobertura del hielo.
Este inicio de noviembre, el valor ronda los -17 °C, casi 5 °C por arriba de lo normal, esperándose en próximos días, nuevamente aumente la intensidad del frío y la rapidez de desplazamiento en que el hielo cubra el mar. Nota: los valores promedio son del periodo 1958 a 2022.
Más hielo y nieve en Groenlandia
El 1 de septiembre comenzó la temporada invernal en la zona, asociado a varios aportes de lluvias, nieve y hielo que generó acumulaciones de masa dentro de lo normal, disminuyendo entre la segunda quincena de septiembre y primeros días de octubre, cuando incluso las nevadas fueron casi nulas.
Esto cambió nuevamente durante la segunda quincena de octubre, cuando intensidad nevadas se dieron en la región sur y sureste, ganando extraordinariamente 12 gigatones de masa en sólo 24 horas, incrementando rápido el acumulado a más de 150 gigatones a finales de ese mes.
Estos primeros días de noviembre, las nevadas han sido más aisladas y de poca intensidad, pero con temperaturas de -25 a -40 °C en el interior de Groenlandia, mientras en su periferia rondan de 5 a -20 °C en promedio, previéndose extremos a mediados de mes cercanos a -60 °C en la porción central.
El vórtice polar con cambios significativos
Durante este mes, su circulación tendrá algunas variaciones, elongándose eventualmente hacia Norteamérica y otras hacia Eurasia, sin que por el momento se observe intrusión de aire extremadamente frío hacia nuestro país. No obstante, en la segunda quincena de noviembre puede disminuir más la temperatura.
El cambio en el vórtice puede comenzar a finales de noviembre, cuando un incremento de la temperatura en la estratósfera podría comenzar en algún punto de Europa o Asia, en dirección al Pacífico norte, fortaleciéndose. De darse este escenario, podríamos hablar del Calentamiento Estratosférico Repentino (SSW).
Conforme diciembre transcurra, este SSW podría colapsar la circulación del vórtice, obligando al frío a desbordarse sobre latitudes bajas, tentativamente teniendo efectos en México a finales de diciembre o durante enero de 2024. Previo a esto, no sería raro que el calor pueda sentirse eventualmente antes de terminar 2023.