El enorme impacto de la industria de la confección: ¿cómo podemos reducir nuestra huella?
Estas son, según la asociación Greenpeace, las 9 razones para dejar de comprar moda rápida y reducir nuestro impacto en el medio ambiente y el clima.
El período previo a Navidad, gracias a ofertas especiales como el Black Friday, pero también el período inmediatamente posterior, impulsado por las rebajas, está marcado en varios países, por una intensa fiebre por adquirir prendas de vestir a bajo costo. Sin embargo, un artículo reciente de Greenpeace nos invita a detenernos a pensar en el impacto que tiene nuestra compra de ropa muy barata en el medio ambiente y el planeta.
Después de realizar nuestras compras, ¿cuántas de las prendas compradas a precios bajísimos terminan sin usar en el fondo del armario, o peor aún, arruinadas después de unos pocos lavados? En el caso de la moda rápida, no es de extrañar: la moda ultrarrápida no está hecha para durar, sino para consumirse rápidamente y desecharse con la misma rapidez, nos invita a pensar la conocida asociación ecologista.
Quizás ninguna industria se beneficie más de nuestra cultura desechable que la moda rápida. Por eso comprar con cuidado, y sólo lo que necesitamos, puede ser un auténtico acto de revolución hacia nuestro planeta cada vez más enterrado en residuos textiles.
En el artículo, algunos breves puntos nos hacen comprender un poco más a qué fenómeno nos enfrentamos.
1) La moda es el segundo sector más contaminante del mundo después del petróleo: mucho más que aviones y barcos
La producción textil es una enorme fuente de emisiones de carbono, ya que libera 1.200 millones de toneladas de CO2 equivalente a la atmósfera, más que las emisiones combinadas de la aviación y el transporte marítimo. Quizás nos hemos centrado demasiado en el impacto del transporte y no nos hemos dado cuenta de que al comprar abundante ropa de bajo costo hemos contribuido significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero.
2) En promedio, la ropa comprada se usa solo entre 7 y 8 veces
En Europa la media de ropa que se compra cada año es de 42 por persona, pero la que se compra se usa muy pocas veces. Además, la vida media de la ropa apenas varía entre 2.2 y 5 años.
3) Cada segundo, un camión lleno de ropa es quemado o tirado a un vertedero
Esto significa que, cada segundo, 2,625 kilogramos de ropa se convierten en residuos que hay que eliminar. Esto es suficiente para llenar el Empire State Building una vez y media al día y el puerto de Sydney cada año.
4) Cada año se utilizan aproximadamente 70 millones de barriles de petróleo para producir poliéster
El poliéster es un tejido formado por fibras plásticas y es la fibra más utilizada para confeccionar nuestra ropa. Es un derivado de combustibles fósiles como el gas y el petróleo y, como tal, requiere enormes cantidades para producirlo.
5) El poliéster tarda hasta 200 años en degradarse
El poliéster, utilizado para fabricar la mayoría de la ropa de moda rápida, es una fuente de contaminación plástica grave, especialmente dadas las enormes cantidades de ropa que se tiran o se queman en los vertederos cada año.
Si es cierto que la moda rápida se produce y se consume rápidamente, no se puede decir lo mismo de su permanencia en el planeta, dado que el poliéster puede permanecer en el medio ambiente sin degradarse hasta dos siglos.
6) El poliéster libera microplásticos al medio ambiente cada vez que lavamos la ropa
En los primeros 5-10 lavados, las prendas fabricadas en poliéster liberan microplásticos; estos pueden terminar en los mares y, ascendiendo en la cadena alimentaria, incluso en los alimentos que comemos. En 2017, Greenpeace incluso encontró microplásticos en aguas antárticas.
7) Para producir un kilo de algodón se necesitan aproximadamente entre 10 y 20,000 litros de agua.
Aunque el algodón es biodegradable, es una planta que puede necesitar entre 10 y 20,000 litros de agua dependiendo de dónde se cultive. Producir un kilogramo de algodón, suficiente para confeccionar una camiseta y unos vaqueros, puede requerir la misma cantidad de agua que bebe una persona en 13 años, según Oxfam.
8) La producción textil es responsable del 20% de toda la contaminación del agua industrial cada año
La producción textil en general requiere productos químicos que deben diluirse mediante el lavado y, en última instancia, eliminarse. Esto lleva a un gran problema: la contaminación del agua.
Buscar prendas con certificaciones como "Oeko-Tex" es útil para estar seguro de que los tejidos han sido elaborados sin el uso de sustancias nocivas para la salud y el medio ambiente.
9) El cultivo del algodón utiliza el 18% de los pesticidas y el 25% del total de insecticidas en todo el mundo
Según el documental "The True Cost", dedicado precisamente al tema de la moda rápida, más del 90% del algodón está modificado genéticamente y, por tanto, se puede rociar con productos químicos que matan insectos y otros parásitos. Esto significa que muchos insectos son vitales para nuestros ecosistemas.
Dejar de comprar moda rápida no es sólo una elección ética, sino una necesidad para el futuro del planeta
Cada artículo que decidimos no comprar ayuda a reducir el desperdicio, la contaminación y el consumo insostenible de recursos naturales. Optar por marcas sostenibles, favorecer materiales duraderos y reducir las compras son pasos concretos para construir una moda respetuosa con el medio ambiente y las personas.
El cambio puede parecer un desafío, pero representa una oportunidad para transformar uno de los sectores más contaminantes en una industria capaz de preservar recursos preciosos y romper el ciclo destructivo de la sobreproducción y el consumismo. Es hora de decir basta a la moda rápida y abrazar la moda responsable.
Referencia de la nota:
Greenpeace - 9 razones para dejar de comprar moda rápida -https://www.greenpeace.org/italy/storia/25733/9-motivi-per-smettere-di-acquistare-fast-fashion/