El chocolate en peligro: la crisis mundial del cacao y su impacto en nuestro dulce favorito

¿Te imaginas un mundo sin chocolate? Aunque suene exagerado, la producción mundial de cacao enfrenta desafíos que podrían afectar la disponibilidad y el precio de este delicioso manjar.

El precio del cacao podría duplicarse en la próxima década si la crisis de producción sigue empeorando.

El cacao ha sido parte fundamental de muchas culturas y en México tiene un lugar especial. Para los mayas y aztecas era un regalo divino, algo tan valioso que se usaba como dinero. ¿Te imaginas pagar con cacao? Pues así era: 100 granos podían comprarte un esclavo y con 10 te alcanzaba para un conejo.

Sin embargo este legado milenario está en riesgo. Hoy, el cacao enfrenta una crisis mundial que podría convertir al chocolate en un lujo al que pocos podrán acceder en el futuro. ¿Los culpables? El cambio climático, plagas, enfermedades y problemas en la producción.

Cambio climático: el enemigo silencioso

El cacao es un cultivo muy especial, y esto no es solo debido a su sabor, más bien lo es por que solo crece en una franja muy específica del planeta, entre los 20 grados de latitud norte y sur del Ecuador, donde la humedad y la temperatura son ideales. Pero con el cambio climático, esas condiciones han cambiando drásticamente.

Los suizos son los mayores consumidores de chocolate en el mundo. Cada persona consume en promedio 9 kg de chocolate al año.

Hoy, el 70% del cacao mundial se produce en África Occidental, principalmente en Costa de Marfil y Ghana. Sin embargo, el aumento de temperaturas, lluvias irregulares y sequías prolongadas han abierto la puerta a plagas y enfermedades devastadoras, como la "Escoba de bruja" y "Monilia", que pueden destruir plantaciones enteras.

Moctezuma era fan, se dice que tomaba hasta 50 tazas de cacao al día, porque creía que le daba energía y hasta tenía efectos afrodisíacos

Un ejemplo claro es Brasil: en los años 90, la "Escoba de bruja" arrasó con los cultivos y la producción de cacao cayó un 50%, obligando al país a pasar de exportador a importador. Y lo peor es que esta historia podría repetirse en otros países productores.

Impacto económico y social

Este problema no solo afecta a quienes aman el chocolate, sino también a millones de familias que dependen de su producción. Se calcula que alrededor de 5 millones de pequeños agricultores en el mundo viven del cacao, pero la inestabilidad de los precios los ha puesto en una situación complicada.

Y aquí es donde el problema nos empieza a afectar a todos: en los últimos años, el precio del cacao ha subido más de un 60%, alcanzando niveles históricos. Grandes marcas como Hershey y Mondelēz International han tenido que subir sus precios, y si la crisis sigue, cada vez será más difícil encontrar chocolate a precios accesibles.

México: cuna del cacao y esperanza para el futuro

A pesar de todos los obstáculos, México sigue teniendo un papel clave en la historia y el futuro del cacao. No por nada somos la cuna de este cultivo milenario, aunque hoy en día nuestra producción representa apenas el 0.5% del cacao mundial. La mayor parte del cacao mexicano se cultiva en Tabasco y Chiapas.

El cacao tiene más antioxidantes que el vino tinto y el té verde. Así que comer chocolate negro en moderación puede ser bueno para la salud.

México tiene algo que muchos otros países no: variedades de cacao de alta calidad, como el criollo y el trinitario, que son mucho más finos y aromáticos que los granos africanos. Mientras que en África se produce principalmente cacao forastero, más amargo y menos cotizado, el cacao mexicano es un tesoro para los chocolateros más exigentes.

Los expertos consideran que solo el 5% del cacao mundial pertenece a la categoría de cacao fino, y buena parte de ese porcentaje viene de México.

El problema es que, aunque tenemos un producto premium, la falta de incentivos y apoyo ha frenado su crecimiento. Muchos agricultores han optado por otros cultivos más rentables o incluso han abandonado sus tierras. Pero aquí es donde las cosas pueden cambiar.

Si se invierte en agricultura regenerativa, que mejora los suelos y hace que los cultivos sean más resistentes al clima, se podría impulsar nuevamente la producción. También es clave que haya programas de financiamiento y capacitación para los productores, además de una mayor promoción del cacao mexicano en los mercados internacionales.

El cacao es parte de nuestra identidad y de nuestra historia. Y aunque enfrentamos tiempos difíciles, México todavía tiene el potencial para recuperar su lugar como uno de los principales referentes en el mundo del chocolate. Ahora, la pregunta es: ¿estamos listos para valorar y apoyar lo nuestro?