El aguacate mexicano y el SuperBowl: La historia del guacamole más famoso del mundo

México es el rey indiscutible del aguacate y aunque parece una historia de éxito, detrás de cada bowl de guacamole hay todo un mundo de producción, exportación y retos.

El nombre "aguacate" viene del náhuatl ahuacatl, que significa "testículo" por su forma.


Si hay algo que no puede faltar en una reunión de Super Bowl es el guacamole. No importa si le vas al equipo ganador o solo ves los comerciales, seguro tienes una botana cerca con este clásico. Pero, ¿sabías que solo en este fin de semana se consumen más de 48,000 toneladas de aguacate en EE.UU.?

Para que te des una idea, eso equivale a llenar 60 veces un estadio de la NFL con puro guacamole. Su importancia económica es tal que, en 2024, las exportaciones de aguacate superaron los 3,000 millones de dólares..

El oro verde en la cancha del Super Bowl

México es el líder absoluto de la producción de aguacate, con más de 2.5 millones de toneladas anuales, y el 80 % de las exportaciones van directo a EE. UU. Michoacán es el estado que más produce este fruto, generando alrededor de 1.8 millones de toneladas al año, lo que representa más del 70 % de la producción nacional.

En EE.UU., el domingo del Super Bowl es el día del año en que más aguacate se consume.


Pero no todo es sencillo. La demanda de aguacate en el Super Bowl ha crecido tanto que ahora se necesitan más de 30,000 hectáreas solo para cubrir este evento. Y eso sin contar lo que se consume en el resto del año.

Gracias a un acuerdo comercial establecido en 1997, cada año millones de aguacates cruzan la frontera justo a tiempo para el gran juego.

Para dimensionarlo, cada hectárea de aguacate en Michoacán produce en promedio 10 toneladas por ciclo, lo que significa que, solo para abastecer el Super Bowl, se necesita la producción anual de más de 3,000 huertos.

¿Por qué los gringos aman tanto el aguacate?

A pesar de la importancia que tiene hoy en día, el aguacate no siempre fue bien aceptado en EE. UU. De hecho, hasta los años 90, casi nadie lo comía. ¿La razón? Mucha gente creía que era "demasiado grasoso" y, además, había restricciones que impedían importar aguacate mexicano.

Un aguacate tarda entre 7 y 10 años en dar frutos si se cultiva desde semilla.

Todo cambió cuando los productores encontraron la forma de venderlo como un alimento saludable, rico en grasas buenas y perfecto para dietas fitness. Su contenido de ácidos grasos monoinsaturados, similares a los del aceite de oliva, lo convirtió en un alimento estrella para la salud del corazón.

Luego, la publicidad hizo su trabajo: en 1997, una empresa mexicana lanzó una campaña en el Super Bowl promocionando el guacamole… y desde entonces, su consumo explotó. Hoy en día, el aguacate está en todos lados: en tostadas, ensaladas, sándwiches, sushi y, por supuesto, en el guacamole del Super Bowl.

Cada estadounidense come en promedio 3.5 kg de aguacate al año, lo que equivale a más de 320,000 toneladas anuales solo en EE.UU.

Otro factor clave en su popularidad es la versatilidad del aguacate Hass, la variedad más consumida a nivel mundial. A diferencia de otros tipos, el Hass tiene un mayor contenido de aceite, lo que le da una textura cremosa ideal para el guacamole.

El futuro del aguacate: ¿seguirá siendo el rey del Super Bowl?

A pesar de su éxito, el aguacate enfrenta algunos retos. Uno de los más grandes es el impacto ambiental: se necesita alrededor de 600 litros de agua para producir un solo kilo de aguacate. Esto genera preocupación entre los productores de Jalisco y Michoacán quienes son los estados con mayor cosecha.

Producir un aguacate requiere más agua que una naranja, una manzana o incluso un kilo de trigo.

La sobreexplotación ha llevado a deforestación en algunas zonas. Se estima que en los últimos 15 años, más de 20,000 hectáreas de bosques han sido convertidas en huertos de aguacate, afectando la biodiversidad y la infiltración de agua en los mantos freáticos.

Otro problema es el precio. En años recientes, los aranceles y las tensiones comerciales han generado aumentos de precio, haciendo que el aguacate sea hasta 40 % más caro en algunas temporadas.

Aunque es difícil imaginar un Super Bowl sin guacamole, la realidad es que el futuro del aguacate depende de cómo se maneje su producción y distribución en los próximos años.

Mientras tanto, cada febrero, millones de personas en EE. UU. siguen disfrutando del guacamole sin preocuparse mucho por su origen. Y en México, los productores siguen cosechando el fruto que ha conquistado al mundo.