Dos potentes llamaradas solares vienen en camino, la primera impactará la Tierra
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica analiza la información para determinar las implicaciones en el planeta. Por ahora, se sabe que estuvo asociada a la liberación de plasma solar.
El Sol ha emitido dos de las llamaradas más poderosas del ciclo solar actual. La primera ocurrió el 1 de octubre, mientras que la segunda, se presentó dos días después. Hasta ahora, la llamarada más potente registrada del ciclo 25 era una del 14 de mayo.
No todas estas erupciones afectan a la Tierra, para que esto ocurra, deben coincidir varios factores, como la clase de material expulsado, la dirección de la eyección, la intensidad y la forma de dispersarse. Además, recordemos que el campo magnético de la Tierra nos protege contra el plasma cargado proveniente del Sol.
El modelo de predicción WSA-Enlil de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos advirtió que parte del plasma emitido por la erupción X7.1 del 1 de octubre llegará a la Tierra entre el 4 y el 5 de octubre.
Durante el impacto, podrían ocurrir tormentas solares de nivel G3. Este “clima espacial fuerte” podría propiciar la aparición de auroras en las regiones polares del planeta. En cuanto a la llamarada más grande en el ciclo 25, la NOAA no ha emitido alertas importantes.
Llamaradas y eyecciones
Las llamaradas solares se clasifican de acuerdo con su brillo en longitudes de onda de rayos X. Se han establecido tres categorías principales: Clase X, Clase M y Clase C. Las de clase X son las más grandes y poderosas, con la capacidad de alterar las telecomunicaciones del planeta.
Además, cada categoría tiene una subescala que va del 1 al 9 para mayor presición. Aunque son similares y pueden ocurrir en los mismos lugares del Sol, las llamaradas solares no deben confundirse con las eyecciones de masa coronal (CME).
Las llamaradas son explosiones repentinas en la superficie del Sol que emiten radiación electromagnética y pueden durar horas. Las CME, por otro lado, son fenómenos más complejos generados por las manchas solares y los campos magnéticos. Se les llama eyecciones porque arrojan parte de la materia del Sol y plasma cargado con protones y electrones.
Una llamarada solar puede expulsar plasma cargado hacia la Tierra, pero son las CME las que ocasionan las tormentas solares que producen auroras cuando alcanzan la Tierra. Estos fenómenos han sido importantes durante los últimos dos años debido a que el Sol atraviesa el final de su ciclo 25.
Una llamarada a inicios de octubre
La tormenta solar de mayo de 2024 nos mostró la importancia de conocer el clima espacial y predecirlo a tiempo. Desde días antes, las autoridades estaban conscientes de la llegada de la tormenta solar de nivel G5, la más alta en la escala, y tomaron las precauciones necesarias al respecto.
El 1 de octubre de 2024 se produjo una erupción solar de magnitud X7.1 (R3 - Fuerte) en la región activa 3842 de la NOAA/SWPC. La cual fue la segunda erupción más fuerte del ciclo solar 25, superada únicamente por una erupción de magnitud X8.7 el 14 de mayo de este año.
Esta última erupción fue observada por el sensor de rayos X (XRS) del satélite GOES-16 y alcanzó su punto máximo a las 4:20 p.m., hora del centro de México (22:20 UTC). La erupción fue de naturaleza impulsiva, y dicha erupción puede estar asociada con una posible eyección de masa coronal (CME).
Los pronosticadores del SWPC analizaron las imágenes del coronógrafo disponibles para confirmar si se produjo una CME y, con ello, determinar el potencial de varios componentes dirigidos a la Tierra.
Otra llamarada el 3 de octubre de 2024
Mientras se encontraban analizando la Región Activa 3842 se produjo otra llamarada solar X9.0 (R3 - Fuerte), a las 12:18 UTC (6:00 a.m. CDMX) del 3 de octubre de 2024. Por lo que los meteorólogos del SWPC emitieron las respectivas alertas de tormentas geomagnéticas fuertes de clase G3.
Éstas se esperan que sucedan del 4 al 6 de octubre, todo debido a este par de eyecciones de masa coronal que vienen en camino al planeta. Los expertos advierten que debemos estar atentos a las actualizaciones mientras monitorean esta actividad solar.
Durante estos procesos debemos tomar en cuenta que nuestra estrella aumenta su actividad, lo que provoca llamaradas enormes y CME peligrosas, sobre todo para los satélites en órbita alrededor del planeta, sin embargo, para los habitantes de la Tierra, sólo se manifiestan como Auroras polares.
Por lo que debemos tener lista los binoculares, el telescopio y la cámara en los próximos días, pues es muy posible que si se presentan las auroras, éstas sean visibles a latitudes bajas, justo como ocurrió con las de mayo de este año.