Donald Trump abre tierras a compañías petroleras durante la pandemia

Durante la pandemia de coronavirus, sin importarle, la administración Trump ha estado ignorando regulaciones ambientales permitiendo a compañías petroleras comprar vastas extensiones de tierra virgen. Científicos ambientalistas argumentan que algunas de estas tierras son ambientalmente frágiles.

Mesa Arch, El gran Cañón
Mesa Arch, es uno de los muchos arcos espectaculares que se pueden ver en el parque nacional "El Gran Cañón", Utah, EU.

La pandemia de Coronavirus ha alterado las economías en todo el mundo, experimentando la caída de los precios de las acciones a medida que se reduce la demanda de muchas industrias. El petróleo y el gas, se han visto particularmente afectados por la caída de los precios de estos combustibles.

Sin embargo, en Estados Unidos, el presidente Donald Trump está convirtiendo la situación en una "ventaja" para la industria petrolera para aumentar el acceso de la industria a las tierras públicas. La administración Trump ha ignorado las regulaciones ambientales y abren cada más puertas para que las compañías de energía perforen nuevas tierras. David Bernhardt, Secretario del Interior, aceleró los esfuerzos para perforar en paisajes vulnerables al oeste.

Se pierden las regulaciones ambientales

Melyssa Watson, directora ejecutiva de la Wilderness Society, acusó a la administración de utilizar la pandemia como una cortina de humo para impulsar sus intereses industriales y de negocios personales.

"Desde hacer retroceder los estándares de contaminación de la EPA, hasta impulsar más perforaciones de petróleo y gas, reprimiendo el proceso de revisión pública, el gobierno federal está acelerando los retrocesos que merecen el escrutinio público", dijo.

Si bien muchos espacios naturales se han cerrado al público, han permanecido disponibles para que las compañías petroleras los compren. La Oficina de Administración de Tierras no anunció planes para cancelar o reducir las próximas subastas para áreas que conforman cientos de miles de acres vulnerables ante el cambio climático.

Disponible para la venta incluye un espacio de 150,000 acres en el Sur de Utah; hogar de áreas ubicadas a solo media milla de distancia del parque nacional "El Gran Cañón" geológicamente significativo.

Además de abordar cuán destructivo podría ser que la perforación que dañe los Arcos y las tierras de reserva de dicho parque, los críticos también cuestionan la necesidad de que las compañías petroleras compren estas parcelas ya que la demanda de petróleo ha disminuido recientemente.

Planes de extracción en pausa

Antes del cierre por la pandemia, los Estados Unidos se estaba transformando en un importante productor de petróleo, sin embargo, el coronavirus ha colapsado la industria, ya que los valores de los precios de las acciones se han desplomado en respuesta a la menor demanda del contaminante combustible.

En los EU., se podrían perder 240,000 empleos relacionados con el petróleo en 2020, según la consultora Rystad Energy.

En Argentina, la empresa de extracción petrolera, es considerada el proyecto de combustibles fósiles más frágil económicamente del mundo, donde las decisiones parecen estar en espera hasta que termine la crisis. Recientemente, el presidente de la compañía petrolera nacional de Argentina, YPF, mencionó que la recesión "pone en duda toda la producción petrolera argentina".

Mientras tanto, en los EU., la Administración Trump, hace que este tipo de empresas se apoderen de tierras que son evidentemente, ambientalmente vulnerables.