Día Mundial de la Alimentación 2024: el Derecho a los alimentos para una vida y un futuro mejores

Su objetivo es dar a conocer los problemas relacionados con el hambre, así como sensibilizar a todos los pueblos del mundo para fortalecer la solidaridad, contra la desnutrición y contra los problemas asociados.

Una dieta saludable es aquella que aporta los nutrientes que el cuerpo necesita
Una dieta saludable es aquella que aporta los nutrientes que el cuerpo necesita

Cada año, el 16 de octubre personas de más de 150 países celebran el Día Mundial de la Alimentación. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha elegido para este año el lema “Derecho a los Alimentos, para una vida y un futuro mejor”.

Los agricultores del mundo producen alimentos suficientes para alimentar a más personas de la población mundial existente, sin embargo el hambre persiste. Según la FAO se estima que hasta 733 millones de personas se enfrentan al hambre debido a los conflictos, las repetidas crisis climáticas y las recesiones económicas.

Esto repercute de manera más grave en los pobres y vulnerables como los niños o adultos mayores, muchos de los cuales son hogares agrícolas, lo que refleja desigualdades cada vez mayores entre los países y dentro de ellos mismos.

La alimentación es la tercera necesidad humana más básica después del aire y el agua: todos deberían tener derecho a una alimentación adecuada. Derechos humanos tales como el derecho a la alimentación, la vida y la libertad, el trabajo y la educación están reconocidos por la Declaración Universal de Derechos Humanos y dos convenios internacionales jurídicamente vinculantes.

Los "Alimentos" representan diversidad, nutrición, asequibilidad, accesibilidad e inocuidad.
Los "Alimentos" representan diversidad, nutrición, asequibilidad, accesibilidad e inocuidad.

Los "Alimentos" representan diversidad, nutrición, asequibilidad, accesibilidad e inocuidad. Debería haber una mayor diversidad de alimentos nutritivos disponibles en nuestros campos, redes de pesca, mercados y en nuestras mesas, para beneficio de todos.

Alrededor de 2 mil 800 millones de personas en el mundo no pueden permitirse una dieta saludable. Las dietas no saludables son la causa principal de todas las formas de malnutrición: desnutrición, carencia de micronutrientes y obesidad, que ahora existen en la mayoría de los países y afectan a todas las clases socioeconómicas. Sin embargo, hoy en día, demasiadas personas sufren de hambre y no pueden permitirse una dieta saludable.

¿Qué es una dieta saludable?

Una dieta saludable es aquella que aporta los nutrientes que el cuerpo necesita para mantenerse en buen estado, reducir el riesgo de enfermedades y conservar la salud. Para ello, debe cumplir con ciertas características como:

  • Completa, debe aportar todos los nutrientes que el cuerpo necesita, como proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas, minerales y agua.
  • Equilibrada, los nutrientes deben estar repartidos en proporción adecuada. Por ejemplo, los hidratos de carbono deben suponer entre un 55 y un 60 por ciento de las kilocalorías totales al día, las grasas entre un 25 y un 30 por ciento, y las proteínas entre un 12 y un 15 por ciento.
  • Suficiente, la cantidad de alimentos debe ser la adecuada para mantener un peso normal y, en el caso de los niños, para que crezcan y se desarrollen de forma proporcional.
  • Adaptada, debe tener en cuenta las características personales como su edad, sexo, altura, actividad física, estado de salud, etc.
  • Variada, debe incluir alimentos de diferentes grupos, como frutas, verduras, cereales, lácteos, carnes, pescados, huevos, etc.
  • Moderada, se debe evitar el consumo excesivo de un alimento, ya que esto puede sustituir a otro también necesario.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que la dieta se base en gran medida en alimentos de origen vegetal y que se reduzca el consumo de grasas saturadas y grasas trans.

El hambre y la malnutrición se ven aún más exacerbadas por las crisis prolongadas o duraderas impulsadas por una combinación de conflictos, fenómenos meteorológicos extremos y crisis económicas.

Los sistemas agroalimentarios, en su conjunto, son vulnerables a los desastres y las crisis, en particular a las repercusiones del cambio climático, pero al mismo tiempo generan contaminación, degradan el suelo, el agua y el aire, y contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero y a la pérdida de biodiversidad. Al transformar los sistemas agroalimentarios, existe un gran potencial para mitigar el cambio climático y fomentar medios de vida pacíficos, resilientes e inclusivos para todos.

Por esta razón, en el Día Mundial de la Alimentación la FAO llama a las naciones a priorizar la educación sobre los alimentos saludables y fomenten la procuración de los mismos a los que menos tienen.