Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono: Promoviendo la Acción Climática

Desde hace tres décadas, el 16 de septiembre ha sido designado por la ONU, como el día mundial para promover acciones de preservación la frágil capa de gas que protege a nuestro planeta de efectos nocivos como los rayos UV.

Nuestro planeta alberga vida gracias a su atmósfera que mantiene las condiciones en equilibrio y nos protege de los agentes externos en contacto con la Tierra.

El planeta Tierra alberga millones de ecosistemas que existen gracias a la interacción dinámica y equilibrio entre varias esferas (biósfera, atmósfera, hidrósfera y geósfera), que componen un sistema complejo que permite el desarrollo y supervivencia de diversas formas de vida.

La atmósfera (la capa de gases que rodea la Tierra) es una de las esferas más importantes para el funcionamiento del planeta y lamentablemente, una de las más afectadas en la actualidad por los seres humanos desde la gran revolución industrial en el siglo XX.

El adelgazamiento alarmante de nuestro escudo protector de radiación solar ubicado en una de las capas atmosféricas, es uno de los efectos más prominentes que hemos provocado en nuestra atmósfera, poniendo en peligro la vida a nivel mundial.

¿Qué es la Capa de Ozono y por qué es importante?

Con un espesor de 10 kilómetros ubicada a una distancia de entre 15 y 35 kilómetros por encima de la superficie terrestre en la estratósfera, la capa de ozono es un “manto” protector que contiene una alta concentración de un gas compuesto por tres átomos de oxígeno, llamado ozono (O₃).

Ozono
Este mapa muestra el tamaño y la forma del agujero de ozono sobre el Polo Sur el 5 de octubre de 2022, cuando alcanzó su extensión máxima en un solo día del año. Créditos: imagen del Observatorio de la Tierra de la NASA por Joshua Stevens

El origen de la capa de ozono se remonta desde la formación planetaria, pero fue descubierta en 1913 por los físicos franceses Charles Fabry y Henri Buisson; y su función principal es absorber la mayor parte de la radiación ultravioleta (UV) proveniente del sol debido a que reacciona con la luz ultravioleta de alta energía.

Si bien, cuando el ozono se encuentra en la tropósfera en niveles elevados puede ser muy dañino, en la estratósfera permite la absorción de los rayos UV de onda corta (C) y de onda media (B), además de establecer ciclos que brindan un equilibrio dinámico en la cantidad de ozono que hay en atmósfera.

La radiación solar entrante a nuestro planeta es filtrada por la capa de ozono, permitiendo únicamente la entrada de radiación de onda larga y cantidades mínimas de radiación de onda media y corta.

La distribución del ozono total sobre la Tierra varía según la ubicación geográfica y las escalas de tiempo diarias y estacionales; se estima que el ozono total más bajo está en el Ecuador y más alto en latitudes medias y regiones polares, absorbiendo el 98% de la radiación proveniente del sol.

Adelgazamiento de la capa de ozono

Durante la década de los 80, científicos descubrieron algunos cambios en algunos puntos de la capa de ozono (particularmente sobre la Antártida), que más tarde fueron determinados como una consecuencia directa de los gases de efecto invernadero producidos por los humanos (SAO).

Mario Molina, científico mexicano, en conjunto con otros investigadores, recibió el premio Nobel de Química en 1985 por sus investigaciones sobre el adelgazamiento de la capa de ozono.

Las investigaciones señalaron que los clorofluorocarbonos (CFC) desprendidos por productos aerosoles elaborados por lo humanos, en combinación con otras sustancias químicas que contienen cloro y bromo, eran las causantes de la destrucción de las moléculas de ozono estratosférico.

La respuesta a una nueva crisis mundial: El Protocolo de Montreal y un día para conmemorar.

Una vez dada a conocer la nueva problemática a la que se enfrentaba el planeta y cuáles podrían ser sus efectos a largo plazo, en 1985 la comunidad internacional estableció el Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono.

En la conmemoración de este año se hace latente la importancia de la colaboración internacional para el éxito de las iniciativas para el cuidado medioambiental.

Más adelante este facultó al Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) a elaborar un protocolo que incluyera medidas de control para su recuperación, dando como resultado la firma del Protocolo de Montreal en septiembre de 1987.

Este entró en vigor en 1989, conmemorándose el 16 de septiembre como el día Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono con el fin de promover la acción internacional conjunta y considerándose uno de los tratados medioambientales más exitosos a nivel mundial.

En este sugiere medidas estrictas de control de casi 100 sustancias químicas SAO, estableciendo un calendario para la eliminación gradual de la producción y el consumo de esas sustancias, con el objetivo de eventualmente eliminarlas por completo.

Casi dos décadas más tarde, en el 2016, el Protocolo se modificó en Kigali añadiendo la eliminación de la producción y uso de los hidrofluorocarburos (HFC), que se utilizaron para reducir el uso de las SAO, pero que resultaron ser contraproducentes y mayormente perjudiciales a largo plazo.

Resultados de la acción internacional

Según los comunicados oficiales más recientes, gracias a la firma de este acuerdo y la colaboración internacional, se ha reducido de manera sustancial las emisiones SAO y HFC en las últimas dos décadas en un 99%.

Los científicos sugieren que los esfuerzos de protección de la capa de ozono han frenado de manera evidente el cambio climático evitando al menos 135 mil millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono entre 1990 y 2010.
Otros estudios y sondeos más recientes indican que la capa de ozono está recuperándose, y se espera que para el año 2060 el agujero de ozono más extenso de la Antártida se haya cerrado completamente, marcando su recuperación final a nivel global.

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Referencia de la noticia:
Día de de la Preservación de la Capa de Ozono, Naciones Unidad, 2024.