Día Internacional de Acción por los Ríos 2025: “Nuestros Ríos, Nuestro Futuro”
En el Día Internacional de Acción por los Ríos 2025, reflexionamos sobre su importancia, las amenazas que enfrentan y el compromiso que necesitamos para protegerlos. Porque su futuro es, también, el nuestro.

En cada rincón del planeta, los ríos serpentean como venas de la Tierra, llevando vida a su paso. Fuentes de agua, alimento y cultura, pero también testigos de una historia de explotación y descuido. Han sido cuna de civilizaciones, su caudal ha dictado el ritmo de la agricultura, la pesca y el desarrollo humano. Sin embargo, hoy su existencia está en riesgo.
El 14 de marzo, el Día Internacional de Acción por los Ríos nos invita a reflexionar sobre la importancia de estos ecosistemas y la necesidad de protegerlos. Desde su creación en 1997, esta conmemoración ha sido un llamado a la defensa de los ríos contra la contaminación, la sobreexplotación y la construcción de represas que alteran sus flujos naturales.
El problema es alarmante: en el último siglo, la intervención humana ha reducido drásticamente la cantidad de ríos que fluyen libremente, alterando su curso con represas, desvíos y urbanización. A esto se suma un nivel de contaminación sin precedentes, con ríos como el Citarum en Indonesia y los ríos Tula y Lerma-Santiago en México sufriendo graves impactos.
Pero este día no es solo para lamentarse, sino para actuar. En 2025, el lema “Nuestros Ríos, Nuestro Futuro” nos recuerda que el destino de estos cuerpos de agua está en nuestras manos. ¿Qué estamos haciendo hoy? ¿Qué legado estamos dejando a las nuevas generaciones?

Un río de historia y resistencia
El Día Internacional de Acción por los Ríos tiene sus raíces en el Primer Encuentro Internacional de Pueblos Afectados por Represas, realizado en Curitiba, Brasil, en 1997. Representantes de 20 países alzaron la voz contra los proyectos hidroeléctricos que desplazaban comunidades y devastaban ecosistemas.
Desde entonces, la fecha se convirtió en un símbolo de resistencia para quienes luchan por ríos limpios y libres. Movimientos como la defensa del Río Ganges en la India o la lucha contra el represamiento del Amazonas demuestran que la presión social puede hacer la diferencia.
A lo largo de los años, esta conmemoración ha crecido y se ha adaptado a los desafíos contemporáneos. Actualmente, más de 100 países participan en actividades de concienciación, restauración de riberas y protestas contra la contaminación y el desvío de cauces.

¿Por qué salvar nuestros ríos?
A pesar de que los ríos contienen menos del 1 % del agua dulce superficial del planeta, su papel en el equilibrio ecológico y en la vida humana es fundamental. Funcionan como arterias del planeta, transportando agua, sedimentos y nutrientes esenciales para los ecosistemas terrestres y acuáticos.
Además, son la principal fuente de agua dulce accesible para el consumo humano, la agricultura y la industria, sustentando a millones de personas en todo el mundo. Su flujo constante ayuda a regular el clima local, recargar acuíferos y mantener la biodiversidad en humedales, bosques ribereños y llanuras de inundación.
Sin embargo, su fragilidad ante la contaminación, la sobreexplotación y el cambio climático pone en riesgo no solo a los ecosistemas que dependen de ellos, sino también a las comunidades humanas que los necesitan para sobrevivir. El mal manejo de las fuentes hídricas ha llevado a la desaparición de lagos y ríos completos, con impactos severos en la biodiversidad.

“Nuestros Ríos, Nuestro Futuro”
Cada año, el Día Internacional de Acción por los Ríos elige un lema que refleja los desafíos actuales. En 2025, el lema “Nuestros Ríos, Nuestro Futuro” nos recuerda la urgencia de restaurar y proteger estos ecosistemas vitales.
Restaurar un río implica mucho más que limpiar sus aguas: requiere eliminar represas obsoletas, sanear cauces contaminados, reforestar las riberas y reformar las políticas de gestión de desechos. A nivel individual, reducir el consumo de plásticos, evitar el desperdicio de agua y sumarse a campañas de limpieza son pequeñas acciones que, sumadas, pueden generar un gran impacto.
En México se han destinado recursos y diseñado proyectos para la recuperación de los ríos, pero el verdadero reto es garantizar que estos esfuerzos sean sostenidos y generen un impacto real a largo plazo. Se requiere un compromiso continuo, una evaluación constante, una ejecución transparente, fomentar la participación ciudadana e impulsar una gestión hídrica responsable que trascienda administraciones y coyunturas.
Proteger los ríos no es tarea de un solo día ni de un solo sector. Gobiernos, organizaciones y ciudadanos debemos asumir la responsabilidad de cuidar estos ecosistemas para garantizar el acceso al agua y la salud del planeta. Los ríos nos dan vida, y es momento de devolverles el favor.