De resfriados a neumonía: ¿cómo nos afectan los cambios bruscos de temperatura?

La neumonía puede variar en gravedad desde leve a potencialmente
mortal. Los bebés y adultos mayores son más propensos a complicarse debido al bajo sistema inmunitario por la edad.

Algunos de los síntomas son fiebre, malestar general, tos seca y dolor torácico.
Algunos de los síntomas son fiebre, malestar general, tos seca y dolor torácico.

Febrero loco y marzo otro poco, esta es una realidad en este mes ya que por las mañanas en la mayoría del país se experimentan bajas temperaturas, pero al medio día el termómetro se dispara y en algunas zonas se registran islas de calor, lo que propicia un incremento en las infecciones respiratorias.

Los cambios de temperatura hacen que nuestra piel, vasos sanguíneos, pulmones e, incluso, los huesos, sufran, especialmente en los casos de personas más sensibles o con dolencias en sus articulaciones, como personas con artritis reumatoide u otras de este tipo.

El infectólogo de la Universidad de Guadalajara, Héctor Raúl Pérez Gómez, explica que las enfermedades respiratorias son más frecuentes en invierno por la baja temperatura, pero en esta temporada en donde al medio día se incrementa el calor como en el occidente del país, también provoca un alza en los enfermos de las vías respiratorias.

Otro factor que contribuye a las infecciones respiratorias es que al estar al intemperie respirando aire frío, al ingresar de manera abrupta a algún edificio con calefacción y pasamos del frío al calor extremo, afecta nuestra salud, provocando resfriados estacionales, malestar general, alergias y otros padecimientos.

La neumonía es una infección del pulmón que puede ser causada por múltiples microorganismos, virus, hongos o bacterias
La neumonía es una infección del pulmón que puede ser causada por múltiples microorganismos, virus, hongos o bacterias

El especialista explica que uno de los efectos más importantes de las temperaturas bajas es la vasoconstricción, esto aumenta la presión arterial y la frecuencia cardíaca, el frío genera que el moco sea más denso, por lo que disminuye la capacidad de eliminar los virus que inhalamos.

La exposición a bajas temperaturas puede provocar crisis en enfermedades preexistentes como la hipertensión arterial sistémica, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, el asma o la vasculitis.

Además, la lesión nerviosa asociada a la hiperglucemia puede provocar alteraciones en la sensación de frío o calor, de manera que no se dispara el aviso de peligro y no se toman las precauciones adecuadas.

El cambio de temperatura afecta a nuestro sistema inmune y a las estructuras físicas de los virus, que pueden verse favorecidos ante la afectación que realiza el frío en nuestro cuerpo, desde la piel hasta los órganos internos como la garganta, oídos, etc

Decían las abuelas que las gripes mal cuidadas eran causa de pulmonías o neumonías, y es verdad, es la complicación más peligrosa de las infecciones respiratorias que pueden llevar al paciente, en los casos más extremos a ser intubados.

La neumonía es una infección del pulmón que puede ser causada por múltiples microorganismos (bacterias, virus y hongos). Cualquier persona puede desarrollar neumonía. En los países desarrollados es la sexta causa de muerte. Se observan aproximadamente entre 7 y 15 casos por cada mil personas al año.

Síntomas de neumonías más comunes

Aunque los síntomas de las neumonías son variables, algunos de los más comunes son fiebre, malestar general, dolores musculares y articulares, cansancio y dolor de cabeza. La tos es seca, sin expectoración, y el dolor torácico menos intenso.

Algunos pacientes pueden tener síntomas digestivos leves como náuseas, vómitos y diarreas. Pero también depende mucho del tipo de neumonía.

Para realizar el diagnóstico de neumonía, el especialista puede realizar un examen físico, revisar el historial médico y solicitar estudios de imagen, como una radiografía de tórax.

El tratamiento de la neumonía puede incluir medicamentos antibióticos, antivirales o antimicóticos. En casos graves, puede ser necesario el ingreso hospitalario y proveer de oxígeno externo al paciente, esto se logra conectando a un respirador al paciente.