¿Cuál es el mejor momento para plantar almendros? Guía esencial para plantarlos

El mejor momento para plantar almendros es a finales de invierno o principios de primavera, cuando el frío ha pasado. Con los cuidados adecuados, disfrutarás de sus frutos durante años.

El almendro es originario de Asia Central, pero hoy en día, California es el principal productor mundial de almendras.

Plantar un almendro no es solo una tarea agrícola, más bien, resulta una experiencia que conecta a las personas con la naturaleza. Este árbol, conocido por sus hermosas flores y frutos sabrosos, tiene una historia rica en muchas culturas. En algunos lugares, el almendro es símbolo de prosperidad y esperanza, ya que su floración anuncia la llegada de la primavera.

Además de ser una adición visualmente atractiva a cualquier huerto o jardín, los almendros son conocidos por ser árboles relativamente fáciles de cuidar, siempre y cuando se elija el lugar adecuado. Sin embargo, es importante entender que, aunque son resistentes y adaptables, hay factores clave que pueden hacer que tu cultivo sea un éxito rotundo o un desafío.

¿Cuándo es el mejor momento para plantar almendros?

El momento ideal para plantar un almendro es a finales de invierno o principios de primavera, justo cuando el frío extremo ha pasado y las temperaturas comienzan a subir. Este periodo coincide con el reposo vegetativo del árbol, lo que permite que sus raíces se establezcan antes de que lleguen las altas temperaturas del verano.

Aunque los almendros son resistentes a la sequía, en sus primeros años necesitan riegos regulares para desarrollarse bien. ¡No subestimes el poder de un buen riego inicial.

Si vives en una región con inviernos ligeros, puedes extender este periodo hasta mediados de primavera. Por el contrario, si las heladas son comunes en tu región, es mejor esperar a que el riesgo haya desaparecido por completo. Esto protege al árbol y te asegura un buen inicio para el desarrollo de las raíces.

Los almendros son árboles que pueden vivir más de 100 años si se cuidan bien, aunque su producción disminuye con la edad.

El almendro es amante del sol y necesita al menos 6 horas de luz solar directa al día. Así que busca un lugar con buena exposición al sol y un suelo bien drenado. Este detalle es de suma importancia, ya que el almendro no tolera el encharcamiento y puede desarrollar hongos o pudrición en las raíces si el drenaje es deficiente.

Paso a paso: ¡Manos a la obra!

Asegúrate de que el suelo esté aireado y con un pH ligeramente alcalino (entre 6.5 y 8). Si el suelo es demasiado compacto, mezcla arena o materia orgánica para mejorar su estructura. El agujero donde lo plantes debe ser lo suficientemente grande para albergar las raíces sin doblarlas. Generalmente, un diámetro de 50 cm y una profundidad similar serán suficientes.

Un almendro adulto puede producir entre 10 y 15 kilos de almendras al año.

Asegúrate de que el injerto (si lo tiene) quede por encima del nivel del suelo. Esto evitará que broten ramas no deseadas. Cubre las raíces con tierra y presiona suavemente para eliminar bolsas de aire. Finalmente realiza un riego abundante para asentar la tierra y favorecer el contacto entre las raíces y el suelo.

Durante el primer año, el almendro necesita un suelo húmedo pero no encharcado. En primavera y verano, aumenta la frecuencia de riego, especialmente durante la floración y el desarrollo de las almendras. El riego por goteo es ideal para mantener el equilibrio de humedad.

Aunque la almendra parece una nuez, en realidad es una semilla que proviene del fruto del almendro, que es una drupa.

La poda es un factor clave para darle forma al árbol y mejorar su producción. Realiza podas de formación en los primeros años, y después concéntrate en eliminar ramas secas o dañadas. Y aunque no es una especie muy exigente, el almendro agradece un buen aporte de nutrientes. Usa abonos ricos en nitrógeno durante su crecimiento y fósforo y potasio en la floración y cuajado de frutos.

Beneficios de plantar almendros

Plantar almendros resulta una excelente opción para aprovechar terrenos desaprovechados, y además te permitirá disfrutar de sus deliciosas almendras, ricas en proteínas, grasas saludables y vitaminas. Además, su floración primaveral es espectacular y puede atraer polinizadores como abejas, que beneficiarán a otras plantas cercanas.

Existen muchas variedades de almendros, cada una con características únicas. Algunas son más resistentes al frío, como la variedad "Guara", mientras que otras, como "Marcona", destacan por el sabor y la calidad de sus almendras. Investiga cuál se adapta mejor a tu región antes de elegir.

El almendro florece antes de que sus hojas broten, creando un espectacular paisaje lleno de flores blancas o rosadas.

La recolección de almendras se realiza entre agosto y septiembre en el hemisferio norte. Sabrás que el fruto se encuentra listo cuando las cáscaras exteriores se empiecen a secar y abrir. Recolecta a tiempo para garantizar la mejor calidad.

Plantar un almendro es una inversión a largo plazo que no dará vida y belleza a tu jardín o huerto y que te brindará una cosecha saludable y deliciosa. Con los cuidados adecuados, podrás disfrutar de sus frutos durante décadas. ¡Anímate a plantar uno y dale vida a tu terreno!