Cómo luchan los adolescentes contra el doom scrolling: los científicos explican trucos para limitar el tiempo que pasan

La adicción tecnológica es una realidad en la actualidad. Vivimos conectados a las redes, no sólo para pasar el rato, sino también para trabajar, lo que nos lleva a una adicción tecnológica, siempre hay notificaciones, luces y noticias nuevas.

Vivimos en la era de la tecnología, las redes sociales y también de la adicción tecnológica.
Vivimos en la era de la tecnología, las redes sociales y también de la adicción tecnológica.

Desde la pandemia ha crecido un fenómeno en toda la población, la necesidad imperante de consultar por todo las redes sociales, de buscar información, o simplemente entretenerse, sobre todo en la población infantil, adolescente y juvenil, lo que se le llama doomscrolling, lo que significa una necesidad imperante de pasar pantalla de manera continua, o como también se le llama “finenscrolling”.

El hábito de deslizar el dedo por la pantalla forma parte de la rutina diaria de muchos de nosotros, ya sea por unos segundos en el ascensor o durante horas antes de dormir y en la población más joven al carecer muchas veces de herramientas de autocontrol, puede provocar incluso una adicción.

Pero, ¿Qué sucede en nuestro cerebro cuando "scrolleamos"? ¿Por qué genera adicción? Eso es lo que te platicaremos en Meteored porque ésta es una condición de salud mental y cada vez más se ve en población más joven. El paidopsiquiatra del Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde, Miguel Ángel Flores Tinajero, advierte que muchas veces el impulso de tomar el teléfono y comenzar a revisar las redes sociales es automático, ni siquiera se planea.

Es ya un hábito, muchas personas duermen con el teléfono al lado al ser su despertador, pero el peligro es que en cuanto se despierta comienza, ya no somos conscientes de ello, con el tiempo formamos ya ese hábito, incluso antes de levantarse.

La adicción tecnológica es una realidad hoy día. Vivimos conectados a las redes y sobre todo al smartphone
La adicción tecnológica es una realidad hoy día. Vivimos conectados a las redes y sobre todo al smartphone

A decir del especialista este hábito, el scrolling, se entiende por nuestra naturaleza humana, es decir, queremos saber qué está sucediendo, estar enterados, pero no sólo eso, sino también al "subir" un post y tener un like o un follow provoca cierta recompensa momentánea y se genera dopamina, es decir, un sentimiento de placer por lo que se genera la necesidad de crear, subir más post y no despegarse de la pantalla.

A decir del especialista, lo que sucede en nuestro cerebro cuando "scrolleamos", entramos en un estado de flujo. Este concepto en psicología significa un estado mental en el que la dificultad de la tarea que está haciendo una persona se ajusta muy bien al nivel de atención y habilidad que tiene para dar en ese momento dado.

Y las aplicaciones actuales lo saben ya que el algoritmo está constantemente cambiando y ofreciéndote las cosas que te interesan, pero también sugiriéndote más cosas nuevas pero que están especialmente dirigidas para ti, alimentan directamente ese estado de flujo.

Recomendación para disminuir el tiempo de pantallas

Buscar actividades que te impidan el uso del celular, por ejemplo caminar, correr, nadar, ir al gimnasio o si no te gusta hacer actividad física puedes buscar otro pasamiento. El objetivo es dejar el teléfono y tener un respiro.

Otra recomendación es prohibir los celulares en la mesa y es muy significativo por ejemplo colocar una caja o un recipiente donde todos coloquen sus celulares antes de sentarse a comer.

Y la tercera recomendación es tener un despertador normal al lado de la cama, incluso si es para el adolescente que él mismo lo escoja, así como que tenga reloj, pero no un reloj inteligente que tiene conexión a internet, sino un reloj que sólo de la hora para que al momento de consultarlo no se enganche con la pantalla y la recompensa inmediata del "scrolleo".

Otra opción es leer, pero no en tableta o celular, sino con un libro eso también te puede alejar de las pantallas, o por lo menos disminuir la exposición a ellas.