¿Cómo la infraestructura verde mejora la vida en las ciudades?
Árboles, parques, macetas, techos verdes... aportan beneficios ambientales y sociales, como la recreación y salud de las personas que habitan las ciudades. Un proyecto en la Ciudad de México impulsa recorridos para conocer los árboles que dan vida y enfrían a la gran urbe.
Las ciudades se están volviendo más cálidas que antes. Algunas partes de México, por ejemplo, han experimentado un aumento de 1.5 grados centígrados debido al cambio climático, de acuerdo con Francisco Estrada, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático.
Lo anterior se agudiza por el efecto de islas de calor característico de las zonas urbanas. Pero no todo está perdido, existen estrategias para ayudar a disminuir ese efecto, reverdecer las ciudades y mejorar la vida de sus habitantes.
Las islas de calor se presentan cuando las urbes tienen temperaturas atmosféricas más altas que las áreas rurales. Si existen situaciones de poco viento y nubes, la radiación solar llega a las ciudades y el calor que se produce se retiene en la superficie debido a los materiales con que ésta se construye: asfalto, pavimento y construcciones. Así, las ciudades tienden a albergar mayor calor que los lugares donde abundan las áreas verdes.
Una manera de paliar esa abrumante sensación térmica es conservar y ampliar las áreas naturales urbanas, también conocidas como infraestructura verde. Este tipo de infraestructura se integra por parques urbanos, corredores verdes, macetas, techos y muros verdes.
Beneficios de la vegetación ante el cambio climático
“La infraestructura verde hace referencia a todo lo que podríamos llamar “vivo” dentro de la ciudad. Cuando pensamos en verde pensamos en árboles, pero también son los jardines, los parques, todo lo que es naturaleza integrada a las ciudades”, explica José Carlos Martínez, ingeniero forestal e integrante del proyecto Árboles de la Ciudad de México.
Ese proyecto, que inició en marzo de este año, brinda recorridos a habitantes de la capital mexicana para ver los parques y árboles que los rodean, identificar qué especies son y conocer qué beneficios aportan.
“Estos espacios aportan servicios ecosistémicos como la reducción del ruido y del calor, filtración del agua hacia los mantos acuíferos de las ciudades, y también son el hábitat de animales, el lugar de recreación de las personas y mejoran las condiciones de salud: disminuyen el estrés y aumenta la condición física”, comparte José Carlos Martínez.
Para el ingeniero forestal, reverdecer una ciudad requiere de pasos previos, como darle mantenimiento a los árboles que tenemos en la actualidad y protegerlos. También la educación ambiental es clave para que las personas empiecen a valorar sus recursos naturales e infraestructura urbana verde.
Con ese tipo de acciones ciudadanas, como los recorridos que realizan por diferentes zonas de la ciudad, han podido concientizar a más personas y compartir conocimiento sobre los árboles, como cuáles son las especies nativas o cómo podar un árbol.