Cómo cuidar las hojas de laurel y aprovechar sus beneficios para preparar los mejores platos

Hay plantas que no solo decoran, sino que también tienen historia, aroma y una variedad de usos. Si te gusta cocinar y tener verde en casa, esta planta te va a interesar.

Su crecimiento es relativamente lento, pero con los cuidados adecuados puede convertirse en un arbusto frondoso que proporciona hojas frescas durante todo el año.

Si alguna vez has comido un buen caldo o un guiso con mucho sabor, es muy probable que haya tenido algunas hojitas de laurel. Esta hoja aromática ha estado en la cocina desde siempre, pero su historia va mucho más allá de los platillos.

Su característico aroma y sabor se potencian con el calor, liberando aceites esenciales que realzan el gusto de sopas, guisados y salsas. Aunque muchos lo consideran solo un condimento más, el laurel tiene un papel importante en la gastronomía de diferentes culturas, desde la mediterránea hasta la latinoamericana

Es apreciado en la medicina natural por sus propiedades digestivas y antiinflamatorias. Se cree que ayuda a aliviar problemas estomacales, reducir gases y mejorar la circulación. Además, su aroma intenso lo ha convertido en un ingrediente frecuente en la fabricación de aceites esenciales y productos de aromaterapia.

Incluso en el hogar, algunas personas lo usan como repelente natural de insectos, colocando hojas secas en despensas o rincones estratégicos. El laurel es una planta fácil de cuidar y perfecta para tener en casa. Puede cultivarse en maceta o directamente en el jardín, siempre que tenga suficiente luz y un suelo bien drenado.

En la Antigua Grecia, los ganadores de competencias deportivas y poetas eran coronados con ramas de laurel como símbolo de honor y sabiduría.

Cómo cuidar el laurel para que crezca sano

El laurel es fuerte y adaptable, pero como toda planta, necesita ciertos cuidados para crecer bien. Prefiere los lugares con buena luz, así que si lo tienes en maceta, lo ideal es ponerlo cerca de una ventana soleada. Si está en el jardín, asegúrate de que reciba al menos 4 o 5 horas de sol al día.

Es importante que la maceta tenga buen drenaje para evitar que el agua se quede estancada.

En cuanto al riego, es mejor quedarse corto que pasarse. El laurel aguanta bien la sequía, pero el exceso de agua puede pudrir sus raíces. Un buen truco es tocar la tierra antes de regar: si está seca hasta unos 2 cm de profundidad, es momento de darle agua. Si sigue húmeda, mejor esperar un poco más.

El laurel crece mejor en sustratos sueltos y bien drenados. Si lo tienes en maceta, una mezcla de tierra con un poco de arena y materia orgánica le vendrá perfecto. Si está en el jardín, asegúrate de que la tierra no sea demasiado compacta y, si es necesario, añade un poco de compost para mejorar su estructura.

Para mantenerlo fuerte y con hojas verdes y aromáticas, puedes fertilizarlo una o dos veces al año con abonos orgánicos como humus de lombriz o compost casero. Y si quieres que tenga una forma bonita y frondosa, una poda ligera a finales de invierno o principios de primavera ayudará a que crezca mejor.

En algunas culturas, se cree que tener un laurel en casa atrae buena suerte y protección contra energías negativas.

El laurel en la cocina: trucos y beneficios

Su sabor se libera poco a poco y ayuda a que los ingredientes se integren mejor. Pero para sacarle el máximo provecho, hay algunos trucos que puedes aplicar. Por ejemplo, si usas hojas frescas, notarás que su aroma es más intenso que el de las secas.

El laurel se utilizaba en remedios herbales y hasta como amuleto contra enfermedades y malos espíritus.

Las secas son más prácticas y tienen una concentración de sabor más equilibrada. Para secarlas correctamente, colócalas en un lugar fresco y con buena ventilación. Cuando estén completamente secas, guárdalas en un frasco hermético en un lugar oscuro para conservarlas por más tiempo.

A la hora de cocinar, agrégalas al inicio de la cocción para que suelten sus aceites esenciales y den más sabor al platillo. Eso sí, recuerda retirarlas antes de servir, ya que no se deshacen y su textura no es agradable al masticarlas.

Más allá del sabor, el laurel tiene beneficios para la salud. Es digestivo, lo que lo hace ideal para platos pesados. También tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que lo convierte en un buen aliado para el bienestar general. Muchas personas incluso lo usan en infusiones para aliviar problemas digestivos o reducir el estrés.

Consejos prácticos para aprovecharlo mejor

Si quieres que el laurel sea un ingrediente infaltable en tu cocina, aquí tienes algunos tips:

  • No exageres: Una o dos hojas son suficientes para dar aroma sin que el sabor sea demasiado fuerte.
  • Añádelo al principio: Así suelta mejor su sabor y se integra con los demás ingredientes.
  • Retíralo antes de servir: No se come, solo aporta aroma y sabor.
  • Guárdalo bien: Mantenlo en un frasco hermético en un lugar oscuro y seco para que dure más tiempo.
  • Combínalo con otras hierbas: Va muy bien con tomillo, romero y orégano para darle más profundidad a los platillos.

Tener laurel en casa es una gran idea: es fácil de cuidar, útil en la cocina y además tiene beneficios para la salud. Así que si buscas una planta que no solo se vea bien, sino que también te ayude a mejorar tus comidas, el laurel es una opción perfecta.