Emergencia en Chalco: las inundaciones ponen en riesgo la salud física y mental de miles de habitantes de la región
La exposición prolongada a condiciones insalubres también puede provocar enfermedades de la piel, respiratorias y problemas de salud mental, como estrés postraumático y depresión. Sin contar los daños materiales que provocan este tipo de inundaciones.
Las recientes inundaciones en Chalco, Estado de México, han dejado a la población no solo sin hogar y pertenencias, sino también expuesta a una serie de riesgos para la salud. El contacto prolongado con aguas contaminadas, la proliferación de vectores como mosquitos y la falta de condiciones sanitarias adecuadas crean un entorno propicio para el desarrollo de diversas enfermedades.
Estas inundaciones han creado un caldo de cultivo para enfermedades como el cólera, que se propaga a través del agua contaminada y causa diarrea severa y deshidratación. Además, el estancamiento de agua ha generado un aumento en la población de mosquitos, lo que eleva el riesgo de enfermedades como el dengue, zika y chikungunya.
La exposición prolongada a condiciones insalubres también puede provocar enfermedades de la piel, respiratorias y problemas de salud mental, como estrés postraumático y depresión. Es importante destacar que las inundaciones no solo causan daños materiales, sino que también ponen en riesgo la salud de las comunidades afectadas. La prevención y el control de enfermedades deben ser una prioridad en la respuesta a este tipo de emergencias.
Las inundaciones recurrentes en Chalco, Estado de México, son un problema complejo con múltiples causas interrelacionadas. Si bien las lluvias intensas son un factor desencadenante, el cambio climático ha exacerbado esta situación, junto con otros factores como la urbanización descontrolada, la mala gestión del agua y la degradación ambiental.
¿Qué enfermedades pueden surgir tras una inundación?
- Enfermedades diarreicas: El consumo de agua contaminada y alimentos expuestos a bacterias puede provocar diarrea, cólera y otras enfermedades gastrointestinales.
- Enfermedades transmitidas por vectores: El estancamiento de agua genera criaderos de mosquitos, aumentando el riesgo de enfermedades como el dengue, zika y chikungunya.
- Enfermedades de la piel: El contacto con aguas contaminadas puede causar infecciones en la piel, como pie de atleta y dermatitis.
- Enfermedades respiratorias: La humedad y el moho que se desarrollan en las viviendas inundadas pueden desencadenar enfermedades respiratorias como asma y bronquitis.
- Enfermedades transmitidas por roedores: Las inundaciones pueden desplazar a roedores, aumentando el riesgo de enfermedades como la leptospirosis y el hantavirus.
¿Qué medidas tomar?
Ante esta situación, es fundamental que las autoridades y la población tomen medidas preventivas para evitar la propagación de enfermedades:
- Abastecimiento de agua segura: Garantizar el acceso a agua potable y clorada para consumo humano.
- Saneamiento básico: Restaurar los servicios de alcantarillado y recolección de basura lo antes posible.
- Campañas de vacunación: Implementar campañas de vacunación contra enfermedades como el tétanos y el hepatitis A.
- Control de vectores: Realizar fumigaciones y eliminar criaderos de mosquitos y roedores.
- Educación sanitaria: Informar a la población sobre las medidas de higiene y prevención, como la cloración del agua y el lavado adecuado de manos.
Este tipo de emergencias también provoca problemas en la salud mental como estrés postraumático, ansiedad, depresión. Antes, durante y después de la tormenta y de la inundación las personas se encuentran en estado de vigilia y alerta al momento de la presentación del desastre la incertidumbre de su futuro inmediato y lejano provoca un estado continuo de vigilia y depresión.
Medidas preventivas:
Higiene personal, como lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón, cocinar bien los alimentos y consumir agua segura, evitar el contacto directo con aguas contaminadas, control de vectores, eliminar criaderos de mosquitos en los hogares y alrededores, utilizar repelentes de insectos, dormir bajo mosquiteros. Vacunación contra enfermedades prevenibles como el tétanos y la hepatitis A.
Buscar atención médica de inmediato si se presentan síntomas de alguna enfermedad.