¿Por qué solo existen cenotes en México?
Estos bellísimos espacios, se encuentran envueltos en una especie de misterio. Son las increíbles joyas de la Península de Yucatán, que se encuentran resguardados por la selva. Se dice que la experiencia de nadar en ellos, es única.
Se dice que, hace alrededor de 65 millones de años, un meteorito de 10 kilómetros de diámetro, impactó en el Norte de la península de Yucatán. Trasciende que, era tan grande que, tenía el tamaño casi como el del Monte Everest. Además, derivado de lo anterior, se concluye que ello generó la extinción de los dinosaurios.
En ese mismo orden de ideas, se refiere que, hubo elementos para corroborar la ocurrencia de ese evento, cuando a mediados del siglo pasado, se detectó bajo el mar, una anomalía geofísica, consistente en una estructura semi circular, de unos 200 kilómetros de diámetro. Además, se descubrieron algunas evidencias significativas.
Trascendió que, la energía atesorada, por la velocidad extrema, con la que en aquella oportunidad aterrizó el asteriode, a 20 kilómetros por segundo (20 veces más rápido que una bala), se esparció en forma de 100 teratones de dinamita (TNT), que se traduce en mil millones de veces más, que las bombas de Hiroshima y Nagasaki.
Fue tan poderoso, que ese impacto desapareció la era de los dinosaurios, así como con la mayoría de los seres vivos que habitaban el planeta en aquel momento. A consecuencia, se generaron olas de 150 metros de altura, que arrasaban con todo lo que encontraban a su paso.
¿Qué es un cenote?
Además, el severo impacto levantó tanto polvo que, durante meses la tierra permaneció en completa obscuridad. Estas formaciones, son una especie de pozos de agua, de gran profundidad, que son alimentados por la filtración que se genera, a consecuencia de las lluvias que se presentan.
De igual manera, se nutren por las corrientes de los ríos que se forman a nivel superficial y sub – superficial. Derviado de los estudios realizados, se sabe que la temperatura promedio de sus aguas es de 24 °C.
El cráter que se formó con el impacto, es llamado Chicxulub, como la población yucateca en donde se encuentra bajo resguardo “Chac-xulub-chen”, cuyo significado en maya es algo así como “el pozo del diablo”. A raíz de ello, se formó una red de sumideros llamados cenotes. El suelo de la península de Yucatán, esta integrado principalmente por rocas calizas.
¿Dónde hay cenotes en el mundo?
Este tipo de formaciones geológicas, también se pueden observar en otras partes del mundo, como Estados Unidos, Croacia, China e Italia. Este sitio, es un excelente espacio, si lo que se busca es sumergirse en aguas tranquilas. Se dice que, cerca de Mérida existen 6, mientras que próximos a la península de Yucatán, se ubican 8 increíbles cenotes.
Mientras tanto, se dice que en Reino Unido existe uno que, a través de una serie de túneles en los acantilados, que fueron excavados por mineros, a principios del siglo XIX, en la “playa de las damas”. Fuera de los que se localizan en México, es uno de los que llama la atención internacionalmente.
Es ahí en donde, precisamente se encontró una increíble poza, construida por los mismos mineros, empleando cantos rodados y mortero de cal, que en sus orígenes empleaban las damas de la época para bañarse. Se dispuso de tal forma, que aún en nuestros tiempos es protegido.
¿Por qué el agua de los cenotes es azul?
Derivado de la presencia de flora microscópica, a decir: algas del fitoplancton, del bentos y del perifiton, que por cierto, posee una gran diversidad, encontrándose hasta 80 especies de este tipo, es que se adquiere la tonalidad en el agua azul – verdosa, sobre todo cuando domina la presencia de microalgas clorofíceas y cianofíceas.
Las especies de fitoplancton que habitan en este ecosistema acuoso, variará dependiendo de las estaciones del año, además de manifestarse a través de la respuesta a ser una estación seca o lluviosa, producto del arrastre de los nutrientes que puedan encontrarse en los alrededores del cenote. La fauna acuática, incluye a una gran variedad de invertebrados, micro y macroscópicos.