Café, chocolate, jugo de naranja: ¿Desaparecerán pronto de nuestros desayunos?

Ante el cambio climático y el aumento de los precios, nuestros pequeños placeres matutinos están amenazados. Descifrando una crisis que se acerca a la mesa.

Desayuno español: churros, chocolate caliente, zumo de naranja en una acogedora cafetería.
Desayuno español: churros, chocolate caliente, zumo de naranja en una acogedora cafetería.

Para millones de personas, el café, el cacao y el zumo de naranja marcan el comienzo del día. Sin embargo, estos productos clave enfrentan desafíos sin precedentes. Entre el calentamiento global, las enfermedades que asolan los cultivos y un vertiginoso aumento de los precios, su lugar en nuestras mesas está seriamente amenazado.

Café: ¿un lujo en ciernes?

Brasil, el principal exportador mundial de café Arábica, sufre sequías recurrentes. En 2023, estas condiciones extremas han reducido drásticamente las cosechas e incluso han secado algunos afluentes del Amazonas. Consecuencia: el precio del café subió un 70 % en un año.

Vietnam, líder en café Robusta, tampoco es inmune a esta crisis. La sequía hizo que la producción cayera allí, agravando aún más el aumento de los precios. Este café menos aromático, que suele utilizarse en mezclas y cápsulas, también se convierte en un producto caro.

¡Oro marrón a un precio desorbitado!

El cacao, alguna vez apodado “oro pardo”, está experimentando un aumento histórico en sus precios. La tonelada alcanzó los 12,565 dólares en diciembre de 2024, un récord absoluto, lejos de los 3,500 dólares habituales de las últimas dos décadas. ¡Un aumento de más del 500%! ¿En cuestión? Condiciones climáticas desfavorables en Costa de Marfil y Ghana, que por sí solas representan el 60% de la producción mundial.

Estos aumentos espectaculares podrían hacer que el chocolate, que a veces ya se percibe como un producto de lujo, sea completamente inaccesible para muchos consumidores.

Plantaciones en peligro

El zumo de naranja, símbolo de vitalidad, también se ve muy afectado. En Brasil, el mayor productor del mundo, persisten episodios climáticos extremos. En Estados Unidos, la producción de Florida se dividió por cuatro, víctima de un parásito destructivo, apodado "enfermedad del dragón amarillo".

Esta combinación de factores naturales y climáticos redujo los volúmenes disponibles, lo que contribuyó al alza de los precios.

¡El clima, culpable número uno!

No, "Ciertamente no son los seres humanos los que están detrás de estos aumentos de precios". El problema es mucho más profundo: el impacto del cambio climático en los cultivos tropicales. Estas plantas, frágiles por naturaleza, son sensibles a las variaciones de temperatura y a las precipitaciones.

Tomemos el ejemplo del cacao. Requiere un sutil equilibrio entre calor y humedad. Las sequías prolongadas en África occidental reducen los rendimientos, mientras que las lluvias excesivas fomentan la propagación de enfermedades fúngicas.

El café, por su parte, está viendo cómo sus zonas de producción disminuyen en altitud a medida que aumentan las temperaturas. En última instancia, determinados territorios que actualmente son ideales para su cultivo podrían volverse completamente inadecuados.

Una ecuación compleja

Para estabilizar los precios, una solución podría ser ampliar las zonas de cultivo. Pero esta opción tiene un costo ambiental: la deforestación. En África occidental, cada nueva plantación de cacao devora más bosques tropicales, exacerbando el calentamiento global.

Además, la “globalización” ha hecho que estos productos sean accesibles al mayor número de personas posible. Pero a medida que los combustibles fósiles se vuelven más escasos y los costos de transporte aumentan, su disponibilidad podría disminuir.

¿Qué hacer?

Por supuesto ! No todo está perdido. Existen alternativas. Podemos citar la agrosilvicultura, que combina cultivos y árboles. Esta técnica puede reducir el impacto de las sequías y promover la biodiversidad. Los programas de investigación también están trabajando para desarrollar variedades de café y cacao más resistentes al clima.

Por el lado del consumo, reducir los residuos y favorecer los productos sostenibles certificados puede marcar la diferencia. También tenemos un papel que desempeñar en el apoyo a prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente.

Referencia de la noticia:

Cacao, café, zumo de naranja: el loco auge de los cursos de desayuno