Australia: telarañas gigantes en el sur del país
Para escapar de las inundaciones provocadas por las violentas tormentas que azotaron el estado de Victoria, Australia en junio pasado, las arañas tejieron telas gigantes, cubriendo vastas áreas como un mar de seda.
No es Halloween y, sin embargo, es una verdadera pesadilla para todos los aracnófobos que viven en el sureste de Australia. Hace unos días, las arañas tejieron enormes telas para sobrevivir a las recientes inundaciones provocadas por un tiempo atmosférico muy severo. Según los medios locales, entre estas arañas que intentan no ahogarse.
Ratas y arañas
El sureste de Australia ya ha experimentado, a finales de mayo, una invasión de ratas gigantes a raíz de un temporal húmedo y la ausencia de depredadores que habrían favorecido la proliferación de este roedor que causa daños agrícolas, que ascienden a varios miles de dólares australianos. Las criaturas incluso han dejado a una familia sin hogar después de roer los cables eléctricos de su casa provocando un incendio.
Pero esta vez, no fue el final de la sequía sino las inundaciones las que hicieron emerger a los arácnidos. Vastas áreas de la región de Gippsland en el estado de Victoria, en el sur del país, se encuentran cubiertas por una especie de ola de seda tejida por arañas. Estos enormes lienzos blancos flotan en el viento, como lo demuestran numerosos videos publicados en redes sociales.
Instinto de supervivencia ante un mal tiempo
En realidad, observamos en estas arañas un comportamiento bastante común a todos los seres vivos. A principios de junio, la parte sureste del país experimentó fuertes lluvias que provocaron inundaciones e inundaciones repentinas, lo que obligó a los residentes a evacuar sus hogares. Y resulta que la población humana no fue la única que se vio obligada a "moverse", los arácnidos hicieron lo mismo pero a su manera.
Para ganar altura y evacuar un lugar que es peligroso para ellas, las arañas no dudan en utilizar la seda de su telaraña. Gracias a esto y al viento, las arañas pueden volar en su peculiar parapente con la esperanza de aterrizar en un lugar resguardado y, en este caso, en lo alto. Obviamente este suceso de sobrevivencia se ha vuelto excepcional y más cuando son miles los que reproducen esta técnica, creando un famoso mar de seda.