Alimentos de temporada de diciembre: de la caña de azúcar a la mandarina
Diciembre sabe a ponche, romeritos y tejocote, ¡directo del campo mexicano! Conoce los alimentos de temporada que llenan nuestras mesas de tradición y sabor en las fiestas decembrinas.
Diciembre es mucho más que luces y villancicos: es el mes donde los alimentos del campo se vuelven protagonistas de las mesas mexicanas. Entre posadas, cenas navideñas y celebraciones de Año Nuevo, la diversidad de productos de temporada nos conecta con nuestras raíces y tradiciones.
Frutas que endulzan el invierno
En diciembre, las frutas de temporada brillan con frescura y sabor. Destacan la mandarina, naranja y toronja, frutas cítricas que aportan vitamina C para reforzar el sistema inmunológico, y que se cultivan en estados como Veracruz y Tamaulipas, dos grandes productores.
El tejocote, ingrediente esencial del ponche, se cosecha principalmente en Hidalgo y Puebla. La granada y los higos agregan un toque gourmet a ensaladas y postres, mientras que los arándanos y las uvas no pueden faltar en la mesa de Año Nuevo, estas últimas representando los 12 deseos al sonar las campanadas.
Verduras: la base de la cocina tradicional
Diciembre es también temporada alta para verduras como el brócoli, la acelga y el repollo, cultivados en regiones como Guanajuato y Michoacán. Estas verduras son esenciales para platillos como los romeritos, donde se acompañan de tortitas de camarón y mole.
Por otro lado, los nabos, las zanahorias y el puerro son ingredientes estrella de sopas y cremas calientes, indispensables para combatir el frío invernal. Mientras tanto, las ensaladas frescas a base de lechuga y espinacas complementan perfectamente las cenas navideñas.
La carne y su papel en las tradiciones navideñas
Aunque diciembre está marcado por platillos terrestres, los pescados y mariscos también tienen su lugar. La lubina, la dorada y el besugo, provenientes de costas como las de Baja California y Guerrero, son alternativas saludables y deliciosas para quienes buscan algo más ligero. Las almejas y nécoras complementan entradas y sopas, especialmente en regiones costeras.
El pavo, la pierna y el lomo de cerdo son infaltables en las cenas de Nochebuena. México produce cerca de 18 mil toneladas de carne de pavo al año, principalmente en Yucatán y Sonora, mientras que el cerdo destaca en Jalisco y Veracruz. Estos cortes son protagonistas en recetas familiares que se transmiten de generación en generación.
Otros alimentos que simbolizan tradición
El ponche de frutas es un símbolo de las posadas mexicanas. Sus ingredientes principales —tejocote, caña de azúcar, manzana, guayaba y ciruelas pasas— se producen en estados como Michoacán y Jalisco. Este brebaje aromático calienta el cuerpo, y une a las familias mientras se rompen piñatas de barro llenas de dulces y frutas.
Las lentejas son un platillo típico en Año Nuevo, asociado con la prosperidad. Aunque no son originarias de México, estados como Zacatecas y Durango han adoptado su cultivo. Por otro lado, el aguacate Hass, cultivado en Michoacán y Jalisco, mantiene su lugar privilegiado como acompañamiento de ensaladas y guarniciones.
Los precios de los alimentos suelen aumentar ligeramente en esta temporada debido a la alta demanda. Por ejemplo, el tejocote puede costar hasta 50 pesos por kilo en mercados urbanos, mientras que los frutos secos, importados en su mayoría, elevan el presupuesto navideño.
Sin embargo, la producción local de frutas y verduras ayuda a equilibrar los costos. Estados como Veracruz lideran en cítricos, y Guanajuato es un referente en la producción de brócoli, con 200 mil toneladas anuales.
Cada región de México tiene sus propias tradiciones gastronómicas. En el norte, los tamales de carne o chile son el plato fuerte, mientras que en el Bajío destacan las ensaladas de manzana con nuez y crema. En el sur, el bacalao a la vizcaína es un must en la cena navideña.
Diciembre es un mes donde el campo mexicano no solo nos alimenta, sino que nos une. Entre platillos tradicionales y productos de temporada, cada bocado nos recuerda que la riqueza de nuestra tierra es el verdadero regalo navideño.