Algunas consultorios se están cambiando a terapia al aire libre
La conexión con la naturaleza se ve cada vez más como una terapia que puede desarrollarse más allá de un espacio relacionado con la salud. ¡Descubre más sobre este tema con nosotros!
Los problemas de salud mental, que afectan a todos los grupos de edad, son cada vez más visibles. En el ámbito escolar, cada vez hay más “clientes” de los servicios de psicología que ofrecen las escuelas, y en algunos casos, la demanda ya supera con creces la oferta en cuanto a profesionales en esta área.
Como alternativa a los consultorios tradicionales, los terapeutas están optando por diferentes estrategias que incluyen salir a espacios naturales, hacer senderismo o incluso acampar, con resultados sorprendentes, especialmente para los pacientes. Las terapias al aire libre cada vez ganan más adeptos, y también cada vez hay más formadores en este ámbito.
Los profesionales de este ámbito, al combinar una psicoterapia más tradicional con el movimiento y la naturaleza, ayudan a sus pacientes a sentirse “más abiertos, encontrar nuevas perspectivas y expresar sus sentimientos”, mientras conectan con el mundo exterior.
Como la vida moderna transcurre principalmente en interiores, entre cuatro paredes, constantemente conectados a equipos digitales, una reconexión con la naturaleza, invocando un estilo de vida que era bastante común hasta el comienzo de la Revolución Industrial, puede ser un gran paso para cierto tipo de pacientes, en la cura de cierto tipo de patologías.
Bases y perspectivas de la terapia al aire libre
La terapia al aire libre, a pesar de este nuevo impulso entre los pacientes que buscan respuestas alternativas, no es nada nueva. Desde los años 70 del siglo XX que algunos académicos sostienen que un enfoque en entornos menos controlados y menos estandarizados puede tener resultados impredecibles pero interesantes en los pacientes.
Desde entonces, la llamada “ecoterapia” se ha desarrollado en varias ramas, entre ellas la equinoterapia y los paseos por la naturaleza con un componente de aventura. Actualmente, cada vez hay más cursos de formación y formadores relacionados con la "ecoterapia": las entidades de formación se multiplican, al igual que se multiplican las estrategias utilizadas. Si un paciente no quiere realizar caminatas en la nieve, puede tener contacto con la naturaleza en su hogar, a través de un enfoque multisensorial (piedras, conchas y otro tipo de elementos naturales).
Aún así, hay quienes se muestran escépticos ante este tipo de aperturas. Algunos expertos reconocen la importancia de la informalidad, pero creen que demasiada informalidad también puede desacreditar el papel del terapeuta y obstaculizar una posible solución.
Aún teniendo en cuenta las diversas opiniones, se sabe que estar en contacto con la naturaleza es beneficioso para la salud mental de las personas. Uno o más paseos por el bosque pueden ayudar a reducir significativamente los síntomas de depresión y ansiedad.
Es importante resaltar que los terapeutas que están aplicando la “ecoterapia”, específicamente en los Estados Unidos, creen que este tipo de tratamiento está ganando adeptos entre los hombres y menores de 40 años. Los pacientes de esta edad, con un estilo de vida muy estresante y ajetreado, se vuelven más receptivos y relajados al exponerse a estas prácticas.