Agricultura regenerativa: Cómo ayuda al planeta y cómo puedes aplicarla en casa

La agricultura regenerativa se ha vuelto una tendencia clave en el sector agroalimentario, se trata de un enfoque transformador que revitaliza la salud del suelo y regenera ecosistemas completos mediante prácticas sostenibles

Cada práctica que fortalece la capacidad del suelo para retener carbono representa un aporte directo a la mitigación del cambio climático, además de estabilizar el clima en general.

A diferencia de la agricultura convencional, que suele agotar los recursos naturales, la agricultura regenerativa enriquece la biodiversidad y restaura el equilibrio ambiental, favoreciendo la regeneración en lugar de la explotación. Este enfoque se alinea con los principios de sostenibilidad y representa una solución efectiva para el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

La clave de la agricultura sostenible

La agricultura regenerativa destaca principalmente por capturar y almacenar el carbono atmosférico, lo que contribuye de manera directa a combatir el cambio climático. Este carbono, en lugar de permanecer en la atmósfera como CO₂, se integra en el suelo, donde alimenta la microbiota y mejora la estructura y fertilidad del suelo.

Esta técnica tambien actúa en pro de la conservación del agua. Los suelos manejados bajo este sistema tienen una mayor capacidad para retener humedad gracias a su rica estructura orgánica y microbiológica. De esta manera se reduce la cantidad de agua necesaria para el cultivo y se crean suelos más resilientes que pueden soportar sequías prolongadas, sin afectar la producción.

Al conservar el agua y reducir el escurrimiento, se protege la calidad del suelo y se previenen problemas de erosión.

Al promover suelos saludables, también se reduce la dependencia de fertilizantes y pesticidas químicos. Los suelos ricos en biodiversidad y con un buen balance de microorganismos son capaces de sostener plantas fuertes y menos propensas a enfermedades, lo que minimiza la necesidad de productos adicionales.

Prácticas sostenibles para huertos urbanos

Aunque la agricultura regenerativa suele asociarse con grandes extensiones de terreno, sus principios se pueden aplicar también en casa, en pequeños huertos urbanos. Comenzar en un espacio reducido es una excelente manera de experimentar y ver los efectos positivos en nuestro propio entorno.

Un principio fundamental de esta técnica es no perturbar el suelo. En lugar de ararlo o cavarlo constantemente, se recomienda aplicar un enfoque de "cobertura" o "acolchado" del suelo. Esto puede hacerse con materiales orgánicos como hojas secas, paja o restos de plantas.

El acolchado ayuda a proteger el suelo, conservar la humedad y, a medida que se descompone, agrega nutrientes que mejoran la fertilidad del suelo.

La rotación y diversidad de cultivos es otro pilar de la agricultura regenerativa. Plantar diferentes tipos de vegetales a lo largo del año permite que el suelo se enriquezca de manera natural, evitando la sobreexplotación de nutrientes específicos. En un huerto urbano, esto puede ser tan simple como cambiar de ubicación ciertas plantas o sembrar en distintas épocas del año.

Crear un hotel de insectos es una práctica perfecta para atraer polinizadores; solo necesitas materiales naturales como madera, cañas, corteza y hojas secas que ofrezcan refugio y hogar para ellos.

Integrar compostaje casero en tu huerto es otra práctica regenerativa sencilla y muy beneficiosa. Al compostar restos de cocina y de jardín, se produce un fertilizante natural que mejora la salud del suelo sin necesidad de productos químicos. El compostaje reduce la cantidad de residuos orgánicos que se tiran, lo que también ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Las plantas perennes son grandes aliadas en un huerto regenerativo, ya que su ciclo de vida extenso contribuye a mejorar la estructura del suelo y reducir la erosión.Incluir plantas como frutales, a romáticas o arbustos pequeños en tu huerto urbano no solo es estético, sino que también ayuda a mantener un suelo sano y con menos intervención.

Evitar los productos químicos es una regla en la agricultura regenerativa. Los pesticidas y fertilizantes sintéticos pueden llegar a ser nocivos tanto para el suelo como para los organismos que viven en él. Optar por prácticas como el control biológico de plagas o la aplicación de preparados orgánicos mantiene el equilibrio ecológico

Este sistema invita a observar la agricultura como un ecosistema integral. Es decir, cada planta, insecto, y microorganismo tiene un papel en la salud del huerto. Entender cómo interactúan entre sí y cuidar esos equilibrios es una de las formas más efectivas de asegurar que el huerto prospere sin mucha intervención humana.

Adoptar prácticas de agricultura regenerativa en casa es un compromiso con el medio ambiente y con el futuro. Aunque pueda parecer un esfuerzo pequeño, el impacto de estas prácticas sostenibles en conjunto puede ayudar a regenerar nuestro planeta. ¡Comienza en tu huerto urbano y descubre cómo cuidar el suelo puede marcar la diferencia!