Evento astronómico imperdible este 8 de octubre: lluvia de estrellas de las Dracónidas
Las Dracónidas o Giacobínidas, la lluvia de meteoros que iluminará el cielo nocturno a principios de octubre se podrá disfrutar a partir del 6 y hasta el 10, con un máximo el 8 de octubre.
Cuando la Tierra atraviesa la estela de polvo y fragmentos dejados por el cometa 21P/Giacobini-Zinner se produce el fenómeno astronómico de las Dracónidas. Descubierto en 1900 por Michel Giacobini, este cometa completa una órbita alrededor del Sol cada 6.6 años.
El nombre “Dracónidas” proviene de la constelación de Draco, el Dragón, ya que el radiante de esta lluvia de meteoros, es decir, el punto del cielo del que parecen originarse, se encuentra en esta constelación.
Aunque no es tan conocida ni espectacular como las Perseidas de agosto, las Dracónidas tienen su propio encanto, especialmente porque su radiante se encuentra alto en el cielo durante las primeras horas de la noche, lo que facilita su observación sin necesidad de desvelarse.
El máximo de actividad suele ocurrir entre el 6 y el 10 de octubre, con un pico alrededor del 8 de octubre. Durante este periodo, los observadores pueden esperar ver entre 10 y 20 meteoros por hora en condiciones ideales, aunque en 1933 y 1946, se registraron tasas de miles de meteoros por hora.
El origen de las Dracónidas
El cometa 21P/Giacobini-Zinner es un cometa periódico que pertenece a la familia de cometas de Júpiter. Su órbita elíptica lo lleva más allá de la órbita de Marte y lo acerca al Sol cada 6.6 años.
Durante su paso cercano al Sol, el cometa se calienta y libera gases y polvo, formando una cola que se extiende en el espacio. Es esta cola la que la Tierra atraviesa cada octubre, dando lugar a la lluvia de meteoros conocida como las Dracónidas.
El estudio de este cometa ha sido significativo en la historia de la astronomía. En 1985, la sonda International Cometary Explorer (ICE) se convirtió en la primera nave en pasar cerca, proporcionando datos valiosos sobre su composición y comportamiento, ayudando a comprender mejor los procesos que ocurren en los cometas y su interacción con el viento solar.
Las partículas que forman las Dracónidas son generalmente pequeñas, a menudo no más grandes que un grano de arena. Sin embargo, al entrar en la atmósfera terrestre a velocidades de hasta 20 kilómetros por segundo, estas partículas se calientan y se desintegran, creando los destellos brillantes que vemos como meteoros.
Cómo y dónde observar las Dracónidas
Para disfrutar de esta lluvia, lo ideal es encontrar un lugar alejado de la contaminación lumínica y con un horizonte despejado. No se requieren instrumentos ópticos como telescopios o binoculares; de hecho, es mejor observar a simple vista para no limitar el campo de visión.
El mejor momento para observar es justo después del anochecer, cuando el radiante está alto en el cielo. A diferencia de otras lluvias de meteoros que son más visibles en las horas previas al amanecer, ésta es más fácil de ver a primeras horas de la noche.
Este año, el pico de actividad se espera para la noche del 8 de octubre, aunque la lluvia será visible desde el 6 hasta el 10. No se necesita equipo especial, de hecho, es mejor prescindir de telescopios o binoculares, ya que estos limitan el campo de visión.
Además, es útil consultar las previsiones meteorológicas antes de planificar tu observación. Las noches despejadas son esenciales para una buena experiencia de observación de meteoros. Lleva ropa abrigada, ya que las noches de octubre pueden ser frías, y algo de comida y bebida para mantenerte cómodo durante la observación.
La magia de las Dracónidas
Aunque las Dracónidas no son tan intensas como otras lluvias de meteoros, su aparición en el cielo otoñal tiene un encanto especial. La constelación de Draco, visible en el hemisferio norte, añade un elemento mitológico a la observación, ya que los meteoros parecen emanar de la cabeza del dragón, creando una imagen evocadora y mágica.
Para observarlas, es importante elegir una noche despejada y un lugar con poca contaminación lumínica. Las áreas rurales o los parques alejados de las luces de la ciudad son ideales. Aunque el radiante se encuentra en la constelación de Draco, los meteoros pueden aparecer en cualquier parte del cielo, por lo que es útil tener una vista panorámica sin obstáculos.
Observar las Dracónidas puede ser una experiencia educativa y emocionante para personas de todas las edades. Es una excelente oportunidad para aprender sobre los cometas, las lluvias de meteoros y la astronomía en general. Además, es un momento perfecto para disfrutar de la naturaleza y el cielo nocturno, lejos del bullicio de la vida cotidiana.
La próxima vez que mires al cielo en una noche de octubre, recuerda que estás presenciando un fenómeno que ha fascinado a la humanidad durante siglos. Así que, prepara tu manta, busca un lugar oscuro y despejado, y disfruta del espectáculo celestial que nos ofrecen estas “esferas” del dragón.